Antes que nada, creo que la crónica de ayer no fue todo lo correcta y animosa que os merecéis, queridos lectores. En la crónica de ayer faltaban fotos o constataciones:
- Llegando a Edimburgo la carretera nos dejaba entrever acantilados, prados de un verde brillante que precipita al mar al estilo cántabro-asturiano
- Unas "Mares" en Alnwick
- Una bonita puerta en el reino de la magia
Noa en su salsa literaria a la entrada del Castillo de Alnwick
Estas omisiones vienen dadas por una razón que a continuación os explicaré. Hemos pasado una noche un tanto intranquila ya que ayer tuvimos uno de aquellos sucesos indeseables que acontecen y que alteran la planificación, el estado de ánimo y el orden de las cosas. Yo me di un "piño" con un coche aparcado justo a 50 metros (irónicamente después 500 km recorridos) del Cowgate Hostel donde hemos pernoctado, con el mal resultado que el eje delantero quedó afectado quedando nuestro vehículo necesitado de una perentoria reparación pero SIN NINGÚN DAÑO PERSONAL.
Pues eso, hemos pasado momentos de crisis, de shock, que cada uno llevamos de la manera más dignamente posible. A través de innumerables y prolongadas llamadas, duras negociaciones, deliberaciones y horas de vela, conseguimos que la grúa se llevase gratuitamente (gracias al seguro a todo riesgo contratado y a la amabilidad de los trabajadores de la compañía Rentalcar.com) el coche, y nos proporcionen uno nuevo (con gastos reclamables) a recoger al día siguiente. Vamos por partes...
Aprovechamos la gran amabilidad de Roberto, recepcionista vallecano del Cowgate Hostel, para que nos hiciese de intermediario a una llamada con Greenmocion para ver que teníamos que hacer con el coche averiado.
Cris y yo como ya habíamos visto Edimburgo, "preferíamos vivirla" de otra manera: a las 12,15h, con puntualidad inglesa, llega la grúa para recoger al coche y a nosotros mismos. Steve resulta ser un conductor muy correcto y muy amable, nos habla slowly para poder entendernos bien. Nos lleva por los exteriores residenciales (que casitas y jardincitos más bien puestos!) y poligoneros hasta llegar a un taller de Volkswagen que no podía reparar la avería que presentaba nuestro vehículo (otro "acierto" de Greenmotion).
Después de una larga espera amenizada por algún café, periódicos ingleses, o sea, horteras, compendios del Sport y el Diez Minutos con algunas de sus fotografías borrosas o de chicas "alegres" entre otras delicias. Steve nos deja en Edimburgo y se lleva el coche a un taller a 40 km del centro. Llegamos al albergue donde el resto de la expedición nos ofrece una buena comida: pollo, patatas, ensalada y brócoli, una delicia!
Noa, Mar, Joan Pere, Yolanda, Ana y Biel han aprovechado la mañana muy bien, han estado inmersos en el festival Fringe que por estas fechas atiborra de artistas y espectadores/turistas, sobre todo, las calles céntricas pero también todos los locales donde pueden hacer actuaciones teatrales, musicales y de otras artes. El Fringe es uno de los festivales de esta índole que más gente mueve a nivel mundial. Todos los artistas y sus colaboradores no paran de hacer publicidad de sus espectáculos con megafonía en coches, carteles, repartiendo folletos...
Los seis cornellanenses han disfrutado de los artistas y las multitudes que les rodeaban en la Royal Mile, calle principal de Edimburgo que desemboca en el Castillo cuya explanada de entrada presenta una mastodóntica estructura para soportar al público asistente a la Royal Edimburg Military Tatto, una tradición escocesa exitosa, rígida, militar y gaitera. También les da tiempo para pasear por Princess Gardens. Además pueden visitar algunos de los rincones relacionados con Harry Potter: las cafeterías donde la señora Rowling empezó a escribir las fantásticas y creativas historias, el cementerio de Greyfriars y la tumba de Voldemort...
En la crónica de ayer también fui un poco cruel con las ciudades de estas latitudes llamándolas "grises", no me quedo aquí, hoy les voy a calificar como "desarregladas". Por estos lares, la lluvia es casi diaria, eso da como resultado, como he comentado, un verdor omnipresente donde no hay construcciones humanas pero también da un humedecido aspecto a los edificios, los asfaltos y las aceras. Ambas construcciones basales tienen, frecuentemente, un aspecto un tanto desaliñado, presentan muchas uniformidades que en algunos casos impiden un poco la accesibilidad universal, los pasos de cebra en algunos casos son un poco indefinidos, los asfaltos son irregulares, parcheados... En contraposición, considero que en nuestro país, estado o como le queráis llamar, levantamos demasiado frecuente nuestras calles (en algunos casos parece que nos sobra dinero...) aquí parece que se arregla lo estrictamente necesario.
Parafraseando una canción catalana, aquí "les bruixes es pentinen molt": la lluvia, el sol, las nubes y los claros se alternan con prodigiosa rapidez. Aún y así nos está haciendo buen tiempo. Llueve pero no moja, me explico, habitualmente el agua cae en forma de llovizna que no impide el transcurrir de nuestros quehaceres.
Después de la comida, algunas gestiones más para la contratación del coche de reposición y otros detalles y salimos a pasear. Edimburgo tiene una construcción muy característica de 3 o 4 niveles que recortan los cielos en figuras zigzageantes y chimeneas marypoppienses.
Volvemos a pasar por la Royal Mile, donde se observa alguna cabina telefónica, vestigio de su esplendor pasado, compramos algunos souvenirs y nos dirigimos a Calton Hill. Esta colina de fácil acceso es uno de los lugares más espectaculares de Edimburgo, desde arriba puedes ver toda la ciudad y los acuíferos que le rodean.
Después un paseo por Princess Street (desde donde se ven unas vistas espectaculares del perfil de esta ciudad señorial)
Alguna tienda más y cenamos en un local superecomendable: Wildwood, 105 de Lothian Road.
Estamos justo al lado de la calle con mayor animación nocturna de esta bonita ciudad donde puedes escuchar "Waterloo", "Despacito", "Me gusta la gasolina" y otras filosofadas armónicas...
Para acabar la crónica os ofrezco una flor (ya sabéis que me deleitan las licencias naturalistas por simplonas que sean).
Y una foto de mis tres bellas flores:
God dreams!!!
Hola familia, espero que no tengáis mas imprevistos desagradables.....me encantan tus cronicas.un besazo
Hola hermano. Ahora sí te ha quedado a tua altura y a la de tus seguidores.... adoré la flor (y claro el resto, y mis amadas en las fotitos) 😉