enero 7, 2019

Viñales 2

¡Compártelo!

Penúltima jornada de viaje pero la última interesante (o eso creíamos). Cuando se llega a los estertores de un recorrido te invaden diferentes sentimientos: cansancio, añoranza, rechazo a la rutina...

Buen desayuno y vuelta a la "esforzada" vida del turista. Hoy empezaremos la diversión con unas supertirolinas.

Mario y Roi, son los dos altos y corpulentos guías que nos acompañarán. Mario conoce un poco el acento catalán gracias a la retransmisión de los partidos de los azulgranas, repaso con él la alineación del Barça de los mejores tiempos. ¡Tiene huevos!.

El recorrido incluye 4 tramos de tirolina. La más larga de 400m y alturas de decenas de metros con el bello paisaje del valle al fondo. Se me acaban los calificativos. Sensacional, espectacular, bestial.

Nos recoje Sandy para nuestra vuelta a La Habana. Decidimos aprovechar el recorrido.

Vemos uno de los transportes públicos habituales. Antes incluso viajaban con ganado.

Él hace una parada para tomar algo, parece que va cansado, habla lo justo a diferencia del trayecto de ida.

El "área de servicio" donde hemos parado estaba al otro lado de la autopista. Esto no ha sido óbice para que se cruzase los dos carriles de la dirección contraria. Operación similar a la salida sólo que añadiendo 30 metros en sentido contrario del carril rápido mientras venía otro en el mismo carril. Según sus palabras "tranquilos, esto es Cuba".

Algunas gallinas en medio de la carretera. Algún carro de caballos y algunas bicis en dirección contraria.

Más tarde paramos para comer nosotros. Un restaurante lugareño y económico donde cocinan el cordero excelentemente aunque el servicio es lento, nada nuevo.

Visitamos la cascada de Soroa, es bonita aunque un poco trillada. Por contra, el camino transita por la selva tropical que puebla esta sierra. Una vegetación alta y tupida.

Seguimos andando hasta el Orquideario. Un jardín botánico de gran belleza con un espacio dedicado a las orquídeas. Nos atiende uno de sus guías superamablemente.

Se nos hace la noche cuando llegamos a la calle Mendoza 14. Como veis (en una imagen de días antes) sin problemas de parquing, como en todo el país.

Unas últimas divertidas (como siempre) conversaciones con Yordano y sus gentiles padres, una breve cena y a descansar.

Buenos sueños!

¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)

¡Compártelo!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

linkedin facebook pinterest youtube rss twitter instagram facebook-blank rss-blank linkedin-blank pinterest youtube twitter instagram