agosto 7, 2019

Zagreb

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Cuando viajas siempre comparas con las vivencias propias y habituales.

Un aspecto "antiguo" que aunque nimio siempre resultaba engorroso era calentar la leche (y otros caldos) "al fuego", para mi se convertía en un momento estresante, ¿se habrá calentado? Que no se salga la leche! El microondas nos salvó de esos tensos momentos. Bien, pues hasta ahora no hemos visto ninguno en todos los apartamentos en los que hemos estado. Toca calentarla con el cazo...

Una palabra que nos hace mucha gracia es ver en los carteles de hostales la vocablo "sobe" (que quiere decir habitaciones en croato y esloveno) al lado del icono que representa una cama. ¿Coincidencias de la lingüística?

Tanto en Eslovenia como en Croacia hemos detectado que la media de altura es superior a la nuestra. Además los siete somos de escasa talla, por lo que, juntando ambas características se produce un efecto hobbitiano sobre nuestro aspecto grupal.

Los Balcanes han sido cuna de grandes deportistas y equipos a pesar de no contener grandes poblaciones. Croacia solo tiene 4 millones de habitantes, el 20% en su capital. En general observamos que la mayoría de personas poseen cuerpos de estándares atléticos. Continuamente podemos ver instalaciones deportivas, personas practicando deportes...

Si habéis seguido algunas aventuras anteriores, sabréis que siempre hago mención a esos despreciables seres voladores de escaso porte pero de grandes efectos molestos, mis "amigos" los mosquitos. Si, yo soy de los que somos imanes para ellos. Parece que nos detectan a quilómetros... Bueno pues hasta ahora hemos sufrido muy pocos, cosa que, como veréis, va a cambiar de aquí a poco.

Vamos en coche un par de km para acercarnos al centro, 100 kunas (14€) para aparcar todo el dia. Nos resulta muy extraño que en muchas zonas se aparque el coche sobre las aceras (entero o la mitad del vehículo).

Otra curiosidad es la etimología de la palabra corbata (esa prenda de vestir totalmente prescindible) que, por si no la sabíais, os la explico: deriva de "croata" ya que los soldados de caballería de esta nación fueron los primeros en llevarla.

Empezamos por el mercado lleno de verduras, quesos, miel, souvenirs...

Hoy pondré selfies que hace días que no pongo muchas.

Visitamos la catedral.. está en restauración pero no pierde encanto...

Arte urbano...

Por las calles del barrio alto, el más auténtico...

Un equipazo delante de la Iglesia de San Marcos con su colorido tejado, el escudo del reino de Croacia a la izquierda y el de la ciudad a la derecha.

Procedemos al refrigerio bajo un tendedero con bragas y otras piezas íntimas de vestir y con una cantante de dulce e íntima voz que nos encanta...

Algún momento de creación figurativa (o sea, una payasada)...

Bajamos el paseo que bordea el precipicio donde llega el corto y famoso funicular y nos topamos con el túnel Grič que se creó y utilizó en la guerra de la independencia de Croacia allá por el 1944...

Pasamos un buen rato visitando el museo de las ilusiones y sus entretenimientos...

Bajamos por una vía principal. Aquí con los habituales tranvías azules...

El funicular de solo 70 m...

Comemos en la plaza Preradovica, en pleno centro. Excelente calidad y muy gustosa alimentación.

Seguimos por la zona de museos y palacetes...

Vamos al jardín botánico, el resto de la tripulación nos dan una segunda oportunidad al Biel y a mi. Este es más interesante que el de Triglav...

Como curiosidad, unas plantas carnivoras...

Aquí, otro carnívoro y el centro de educacion ambiental del jardín....

Visitamos el cementerio más famoso y turístico de Zagreb, el Mirogoj, pero la visita resulta atropellada a causa de ejercito de mosquitos que nos tienen rodeados y nos persiguen incesantemente provocándonos momentos "picantes" y divertidos. Volvemos corriendo al coche con decenas de inflamaciones nuevas.