Stone Town (Zanzíbar) y final de viaje
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En el autocar hacia Stone Town (capital de la isla y Patrimonio de la Humanidad) sí que podemos hacer una foto más digna de todo el grupo.

Como comentamos en la anterior entrada del blog, hay un caos importante para entrar al centro histórico de Stone Town. Pequeños medios de transporte como motos y bicis y otros medianos como tuk tuks se entremezclan con los grandes haciendo sonar el timbre (el que lo tenga) para hacerse paso, lo cual añade una sinfonía de sonidos ininterrumpida.

Después de andar los 100 metros desde donde nos ha dejado el miniautocar, nos instalamos en el Maru Maru, hotel supercéntrico. Se trata de un alojamiento con encanto, tipo Riad y decoración local de estilo swahili.

Dejamos las maletas y Noa, Cris y yo vamos a callejear para empezar a sentir que estamos en una ciudad singular, muy turística, con gran valor histórico. Una de las características más especiales que posee es el conjunto de puertas talladas en madera, verdaderas exquisiteces de la artesanía. Después de entrar en algunas de las tiendas y adquirir un bao (juego tradicional tanzano de madera), nos dirigimos al puerto.

Antes, hacemos una foto a pie del fuerte, un recinto donde hay gran cantidad de tiendas y que contiene un gran patio y un anfiteatro que se utiliza para diferentes fiestas y celebraciones. Muchas de las fachadas se ven oscurecidas por la salinidad de la atmósfera y la escasez de mantenimiento.

Nos acercamos al malecón donde podemos convivir con un creciente gentío de todo tipo pero, sobre todo, autóctono.

Aquí un par de mujeres muy tapadas y dos jóvenes más inactivos.

Una de les actividades mediáticas que capta más la atención de les personas que pueblan el malecón a estas horas es la de los saltos de jóvenes al mar mientras el sol va cayendo.

Nos sorprende el ejército de gatos que deambulan por toda la ciudad. Como podéis ver en esta instantánea, sin mucho estrés.

Volvemos al hotel ya que nos vamos a dar un chapuzón en la piscina de la azotea antes de que anochezca del todo.

Terminaremos el día con una cena de buffet en el restaurante del hotel que también se encuentra en esta última planta del hotel Maru Maru. Al mismo tiempo que cenamos un chico y una chica cantan, con la ayuda de un órgano eléctrico, todo tipo de canciones melódicas al principio y más moviditas al final. Nos "deleitan" con diversos hits "tanzanos" como el Aserejé y la Macarena que aprovechamos todo el grupo para montar nuestra fiesta particular. ¡Momentazo simpático!

Algunos toman alguna copa y nosotros la decisión de descansar. Todavía arrastramos mucho cansancio.

Último día de viaje en tierras africanas: viernes 16 de agosto.

La noche ha resultado, acústicamente, muy activa. Por un lado los intensos cánticos musulmanes a las 5h de la mañana y por otro los movimientos de muebles y enseres de la cocina y el comedor que tenemos justo en la planta de arriba han convertido nuestro descanso en una actividad intermitente. De todas maneras nunca las cosas son totalmente negativas o totalmente positivas, pues ha resultado que he aprovechado para hacer el "check in" del primer avión habilitado desde las 3h y que, como veréis posteriormente, tendrá una consecuencia muy no positiva.

Hemos quedado a las 9h con Kingo, guía tanzano que nos acompañará en un recorrido por el laberinto de callejuelas y nos aleccionará sobre la historia, la cultura y la arquitectura de la capital zanziberiana.

Stone Town tiene un censo poco preciso de sus, aproximados, 7.000 habitantes, población que, por un lado, crece ya que se suele tener unos 5 hijos por familia pero, por otro lado, decrece porque sus pobladores marchan del centro a causa del turismo y sus precios. Todo esto causa el crecimiento del suburbio y el caos circulatorio. Algo así como la gentrificación turística, fenómeno muy común, por desgracia, en muchos otros destinos turísticos.

El origen del nombre de la ciudad proviene de la original piedra utilizada en las paredes de los edificios, concretamente: coral muerto del fondo de sus costas.

La mayoría de calles no tiene un nombre concreto, cosa que disuade desarrollar un sistema de correos puerta a puerta y obliga a que las personas tenga que tener un apartado donde recoger las misivas.

Una de las características interesantes de esta ciudad es la talla y distinción de las puertas de sus edificios. Algunas son verdaderas obras de arte.

En las próximas puertas resaltan los "pinchos" dorados y/o las cadenas talladas en el perímetro. En toda la isla se aprecia la herencia india como, por ejemplo, respecto a estos "pinchos" que en India se utilizan como sistema defensivo contra los elefantes (aunque aquí el animal más grande es el mono) y las cadenas para ahuyentar los malos espíritus. 

Esta puerta con “ribetes” dorados pertenece a un mezquita chiita.

En todo el casco histórico hay unas 40 mezquitas pequeñas que no suelen tener minaretes. Ninguna de ellas podremos visitar por dentro.

Como hay muchas personas en edad de educación obligatoria (hasta los 16 años), las escuelas tienen que hacer dos turnos, mañana y tarde con alumnado y profesorado diferenciado. Todos los niños y adolescentes tienen que asistir con uniforme a la escuela que es del mismo color para todas las escuelas públicas. En este caso vemos algunos niños fuera de la escuela entreteniendo a algunos turistas. 

En la economía de Zanzíbar destaca el sector de la producción de especias. Una de las visitas obligatorias en su capital es el Mercado que, además de estos productos, se comercializa con todo tipo de alimento.

Aquí podemos ver plátano "trompa de elefante" que hace referencia a su gran tamaño.

Variedades de pimientos.

Hortalizas.

El sector cárnico.

Volvemos a las calles comerciales. En esta foto podemos ver mujeres preparando género textil.

En esta país, y más en esta isla, existe gran diferenciación entre los roles masculino y femenino. El guía, más en serio que en broma, nos comenta que las chicas se entretienen 5 días viendo películas de Bollywood y los chicos 2 días fútbol. Se sigue muchísimo la liga inglesa pero también la española.

Nos dirigimos al East Africa Slave Trade Exhibition. Un museo-vestigio de la comercialización de esclavos que tuvo en Zanzíbar un ciudad clave. Se calcula que por esta ciudad pasaron 300.000 esclavos. Personas de todas las edades eran reclutadas obligatoriamente, engañadas por promesas mentirosas o prisioneras de trifulcas internas. Procedían de países del Este de África y se destinaban a diferentes países del mundo, sobretodo de Asia.

Dentro del recinto se encuentra la Cathedral Church Of Christ. Aquí una curiosidad: los operarios que pusieron estas columnas no siguieron bien las indicaciones del arquitecto inglés, lo cual causó su instalación invertida.

Seguimos la visita por la estatua simbólica de este triste pasaje de la historia.

No todas las personas que se reclutaban llegaban a ser esclavos, muchos sucumbían a las duras condiciones de transporte desde su origen a su destino final. Llegaban sólo los más fuertes.

Antes de ser vendidos los “almacenaban” (hasta 50 personas) en estos inmundos cubículos.

Algunos exploradores europeos, como David Livingstone presionaron al Imperio Británico para detener esta práctica que ellos mismos habían iniciado en el Atlántico desde mediados del siglo XVI. Durante el siglo XIX concurrieron diferentes iniciativas políticas para abolir la práctica de la esclavitud pero no fue hasta 1834 cuando se convirtió en ilegal en todos los territorios de dominio británico.

Sin embargo, en Zanzíbar continuó esta lamentable práctica ya que era una isla con protectorado británico pero dirigida por sultanes omaníes que tenían un negocio muy lucrativo con la venta de esclavos en Oriente Próximo. Continuaron ejerciendo la venta de esclavos; y no fue hasta en 1909 que se abolió por completo la esclavitud otorgando una ley a los esclavos para convertirse en libres de toda propiedad.

Uno de los mercaderes de esclavos más importantes de Zanzíbar fue Tippu Tip (1837-1905). Hijo de un comercial swahili de la ruta comercial hacia el interior del continente y de una mujer omaní miembro de la clase acomodada de Zanzíbar, controlaba un amplio territorio en África Oriental y Central. Durante el final del siglo XIX, Tippu Tip estableció uno de los monopolios más importantes de venta y compra de marfil, lo que lo convirtió en uno de los hombres más poderosos de Zanzíbar. Cuando murió en 1905, se calcula que tenía alrededor de 10.000 esclavos trabajando para él y para sus negocios. Aquí, la casa donde vivió.

Seguimos el trayecto educativo pero como ya se está alargando me detengo en un Barata (Swahili) o Daka (árabe) que son los poyetes que se encuentran en muchas calles. Kingo nos explica que tradicionalmente, los utilizaban los hombres mientras esperaban a mujeres que entraban a las casas a visitar familiares o amigos.

Nos llama la atención los precarios andamios de madera de madera de manglar y cuerdas.

Una selfie por el camino.

Un edifico “alto” con fornituras. Esta clase de edificios suelen ser, casi todos, hoteles.

Pasamos por la casa donde vivió Freddy Mercury que actualmente es un museo en su honor. Este genial cantante nació en Zanzíbar pero residió muy poco tiempo.

La Notre Dame de Zanzíbar construida a iniciativa de una familia apoderada portuguesa.

Y acabamos el recorrido en el restaurante de Africa House edificio que tiene una balconada preciosa para ver la puesta de sol. En nuestro caso nos relajamos y permanecemos un par de horas mientras tomamos algún refrigerio y algún condumio.

Nos retiramos a nuestro hotel, un bañito en la piscina, un descansito y a seguir explorando la ciudad. Volvemos al malecón donde los jóvenes realizan saltos al mar con piruetas.

Estampa típica de los jardines de Forodhani.

No podemos despegarnos del hipnótico espectáculo solar. Aquí una familia musulmana. Su vestimenta (el gorro y las túnicas) nos informan que son una familia practicante.

Otra familia, ésta foránea.

Como cada tarde, la actividad gastronómica en este lugar va aumentando cuando se acerca la noche. Un montón de puestecitos con manjares apetitosos pero poco recomendables para el personal alóctono.

Nos vamos a “recoger” pero antes pasamos por el Fuerte donde se está realizando una ceremonia religiosa que se asemeja más a una actuación musical por la gran cantidad de cantantes y la potencia de su equipo de música la de las gargantas de los cantantes principales. Nos quedamos embobados. Algunas personas del escenario y del público están en trance total. Espectacular.

Cenamos súperbien en “Sharazad the Door” y nos dirigimos al hotel donde, después de un pequeño relajo, nos despedimos de Zanzíbar a las 12h de la noche con la ayuda del miniautocar.

Cuando estamos en la fila para recoger las tarjetas de embarque vemos como un gran grupo de personas retornan pesarosamente. El “Overbooking” ha dejado fuera a más de 50 personas. Gracias a que nosotros (todo el grupo de 20) habíamos realizado el “Check In on line” no tenemos problemas. ¡Uf! ¡Otra dificultad salvada! Parece que en este viaje nos sale todo rodado.

Después de un vuelo de más de 7 horas llegamos a Estambul donde nos despedimos de los madrileños y las vascas.

Los 8 y José y Silvia (que viven en Cerdanyola) hacemos una escala de 4h y embarcamos en el segundo vuelo de 3,5h para llegar a Barcelona.

¡Qué gran viaje! ¡Qué grandes momentos! Y además compartido con grandes personas. Más no se puede pedir. Ha sido un sueño hecho realidad que espero, estimados lectores, que os haya gustado y que lo hayáis sentido con la intensidad, ilusión y placer que nosotros lo hemos vivido.

Pero antes de despedirme quiero recordar a los 8 principales actores y actrices protagonistas de esta maravillosa aventura.

Leyre, la pequeña del grupo. ¡Como estás creciendo! ¡Que no te pare nadie! ¡No dejes de explorar todos los países que tienes en tu lista!

Mar, la “impulsora” de visitar estos países africanos y “alegría de la huerta” por sus intensas iniciativas y complicidad con los demás miembros del grupo. ¡Nunca bajes la guardia! ¡Las personas que te rodean nunca dejarán de quererte!

Martina y Mónica: ¡Qué buenas personas sois! ¡Qué gran placer haber compartido con vosotras este viaje! Espero seguir compartiendo mi vida con vosotras, como mínimo, 33 años más con Mónica y 19 con Martina.


Noa: Eres una gran viajera, culta, tolerante… ¡Qué orgullosos estamos de ti! ¡Y que gran provenir puedes tener si confías plenamente en tus capacidades! Recuerda siempre la filosofía que este lugar nos ha impregnado: cuando las cosas salen mal: ¡Hakuna Matata!

Juanki: !Que bien me lo he pasado contigo! !Nos unen muchas cosas! ¡que el tiempo las conserve! Sabéis que son dos másais en Murcia…: ocho.

Cris: Necesitabas este gran viaje para desconectar de las visicitudes estresantes y coincidentes antes del viaje.¿Cuánto hemos acordado? ¿22,5? No sé… quizás hay que revisarlo pero de forma creciente.

Y este soy yo, producto de hacer el blog por la noches en lugar de dormir pero supersatisfecho de poderlo dejar para la posteridad. Los viajes son nuestra pasión y poderlos revivir es un placer casi tan grande como vivirlos en directo.

Y hasta aquí hemos llegado.

¡Hadi wakati mwingine!

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Zanzíbar playa y entrada a la capital
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Llegamos a las 18h al aeropuerto de Zanzíbar. Maletas, necesidades fisiológicas y 75 minutos de autocar por unas calles/carreteras llenas de puestecitos y gente. Un ambientazo.

Nos acompaña Malim, un guía de Kananga que chapurrea euskera y Català y que nos aconseja que no comamos en sitios “local local” pero si que podemos consumir en los que son “local”.

Se empieza a hacer de noche. Una hora y cuarto hasta el hotel. Aquí estamos, sentados, apretados (asientos supletorios en pasillos) y borrosos.

Nos alojamos en el Neptune Pwani Beach Resort. Un magnífico alojamiento por comodidades pero que nos aleja de la realidad zanziberiana que habíamos estado viviendo.

Playas preciosas de arena blanca (con algunos restos de algas y plantas acuáticas), agua color turquesa y fondo marino exquisito. Eso sí, repleta de masáis pesados que buscan el “oro” turístico.

Aquí estaremos tres noches que nos servirán para relajarnos, hacer algunas actividades y excursiones. Gozaremos del “todo incluido”.

El viaje a partir de ahora no se vivirá de la misma forma comunitaria que habíamos llevado a cabo en la parte continental ya que no tenemos guía ni actividades comunes.

Algunas estampas del resort.

Primer baño.

Refresco masái por su estilizada figura

Cuando baja la marea nos podemos adentrar centenares de metros mar adentro y visitar fauna marina como estrellas de mar o el pepino de mar “meador”.

Cuando volvemos a la playa, los masáis que han estado relacionándose con los turistas, acaban la jornada con partidillo futbolero.

Y empiezan a salir de sus agujeros de la playa estos pequeños y rápidos crustáceos que caminan costado.

Pequeños reptiles que pueblan los parterres del hotel.

Al día siguiente, Noa, Cris, José y yo mismo, nos disponemos a realizar la actividad del esnórquel para ver el arrecife de coral. Otros miembros van a visitar las plantaciones de especias.

Aquí estamos en la barquita.

Lentamente “se va acercando” la isla de Mnemba, donde realizaremos la actividad.

Vemos muchas otras embarcaciones, los tanzanos que nos llevan empiezan a agitarse, parece que hay delfines alrededor. Todas las embarcaciones están expectantes y inquietas esperando información de la ubicación de los delfines lo cual provoca una situación un poco caótica y cómica al mismo tiempo.

Tenemos suerte. De forma repentina aparecen justo al lado nuestro.

Estos mamíferos vuelven a saludarnos un par de veces más y nos desviamos hacia al arrecife para comenzar a practicar el esnórquel con un montón de fauna alrededor.

Conseguimos ver alguna medusa, alguna estrella de mar, alguna morenas, muchos pez aguja, algunos peces globos, la “Dori”, peces ídolo moro, peces cirujanas…

Misión completada con éxito y antes del retorno nos ofrecen un poco de fruta y agua.

Y un último baño relajante.

Nos lo hemos pasado en grande

De vuelta en unos breves segundos nos acompañan unos espectaculares peces voladores.

Aquí ya llegando a “nuestra playa”.

Comida y sin descansar nos vamos a una playa del sur, Paje. Un emplazamiento ideal para aprender y practicar kite surf, lo cual favorece un público joven y de ambiente.

Un montón de cuervos, especie muy presente en estos lares.

Aquí una foto del grupito con un espontáneo masái. Son simpáticos pero un poco pesados.

Un grupillo de masáis.

Por todo la playa hay vendedores ambulantes de un gran variedad de productos: chanclas, camisetas, anacardos…

Y algún espectáculo, en este caso de acrobacias.

De la playa para adentro hay calles estrechas llenas de tiendas y ambiente.

Vuelta al hotel, cenita, copita y descansito.

El tercer día en el resort será breve ya que nos recogen a las 14,30h para ir a la capital de Zanzíbar.

Las “pequeñas”, Mónica y Alberto se montan en motos de agua.

Mientras, los demás nos daremos un último baño en la playa y la piscina. De camino a la piscina nos topamos con un lagarto de dimensiones considerables.

Última comida en el restaurante italiano del resort y nos vamos a Stone Town.

Por el camino se observa gran variedad de cultivos y árboles: mangos, bananas. baobabs… Y mucha actividad. Resulta un paseo muy entretenido.

Zanzíbar pertenece a Tanzania aunque siempre ha tenido un estatus y una cultura muy diferenciada. Es mucho más musulmán (aunque moderado) que la parte continental por lo que la mayoría de mujeres van bastante tapadas. Suelen ir vestidas con colores muy vistosos.

Muchos hombres sentados, bajo sombras.

Una mezquita.

Parece ser que hay escuela porque vemos muchos estudiantes con el uniforme.

Llegando al centro vemos el Jane Goodall Institut.

Nos “recibe” un caos circulatorio que estresa a nuestro conductor que recula 3 veces para cambiar de sentido de la marcha sin dejar de hablar estentóreamente por el móvil.

Circulan todo tipo de vehículo, sobretodo pequeños autocares/autobuses que retornan a trabajadores y estudiantes a sus viviendas. Muchos tuktuks, motos bicis… con una sinfonía destacada de timbres pidiendo paso, avisando, etc.

Algún semáforo regula el tráfico (no habíamos visto ninguno en todo el viaje hasta ahora).

Finalmente el autocar nos acerca a 100m del hotel Maru Maru donde pasaremos los últimos dos días del viaje.

Ya queda poquito. Snif!

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(Votos: 10 Promedio: 5)

NDUTU - CRATER DEL NGORONGORO - MANYARA
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Que alojamiento más chulo. Cuando llegamos ayer, además del atento personal del hotel, nos recibieron un pequeño Dic Dic que se puso a miccionar…

… y también impalas y agapornis de fisher mientras escuchamos el estridente sonido de las hienas. Otro alojamiento del que, continuamente, había vigilantes que no te dejaban salir de los caminos propios del hotel ya que, recuerdo, no hay ninguna valla o limitación física alrededor, está prohibido en todos los parques que hemos visitado.

Dejamos el Ndutu Safari Lodge, el lodge más antiguo de la zona con una ubicación privilegiada ya que se encuentra en la frontera entre el PN Serengeti y el Área de Conservación del Ngorongoro.

Fue una de las residencias temporales de Jane Goodall, la renombrada primatóloga y conservacionista, junto con su esposo Hugo Van Lawick, cineasta que ayudó a popularizar el estudio de los chimpancés

Desayuno y preparación personal y muy resolutiva del picnic a las 5:30h ya que cada uno seleccionaba su comida entre una oferta interesante, por ejemplo, queso, alimento que ha escaseado en el circuito.

A las 6:00 ya estamos en marcha. Enseguida comenzamos a atravesar la zona de Ndutu, conocida por su rica vida silvestre, sobre todo en época lluviosa que se llena de los centenares de miles de ñus y otras especies. A pesar que ahora es época seca hay mucha vida, ya veréis.

Ayer cuando llegamos al hospedaje y hoy al salir de él tenemos que tener extremo cuidado con las superagresivas ramas de acacia que entran por las ventanas.

Festival de hienas y chacales. 5 hienas se están dando un festín a costa de una gacela mientras 2 chacales esperan aprovechar algún descuido de los comensales. Una de las hienas se lleva la parte delantera de la víctima mientras le sigue otra y el resto se quedan en la “mesa”.

Jirafas al trote.

Por el camino vemos Masais solos y/o con ganado, transportando agua u otros materiales en mulas, pastoreando las ovejas, enfundados en sus típicas túnicas rojas y con llamativos collares, que usan a modo de adorno tanto en el cuello como en la cabeza.

No tiene que ser nada fácil vivir en estas condiciones.

Pasamos por el cruce que llava a los Sitios de Olduvai Gorge, donde se han descubierto algunos de los restos humanos planetarios más antiguos.

Un cráter anterior a Ngorongoro.

Pelícanos y otras aves menores.

Dentro de este cráter hay un poblado auténtico o Boma.

Llegamos a la entrada superior del Cráter del Ngorongoro es una de las mayores calderas volcánicas extintas del mundo a 2.200 metros de altitud poblada por multitud de fauna. Gracias a su inactividad milenaria, en su interior nos encontramos diversos ecosistemas, llanuras cubiertas de bosques, sabana y dos lagos, uno salado y uno de agua dulce. Cuenta con paredes de más de 600 metros de altura, 20 km de diámetro y 260km cuadrados.

Los 8 magnificos con la caldera de fondo.

Y todo el grupo menos Ana que estaba meando reglamentaria y olorosamente en los lavabos públicos (todos los demás lo habíamos efectuado al aire libre con vistas al cráter). ¡Qué suerte haber compartido con este equipo esta experiencia sublime! Ni un conflicto (cosa difícil en cualquier grupo), colaborativos, solidarios, puntuales… ¡una pasada!

Momentazo de emoción cantando Jambo, jambo bwana…

El Cráter de Ngorongoro, es el mayor cráter volcánico intacto del mundo. Según la leyenda debe el nombre al equívoco de un inglés que visitando la zona preguntó por su nombre y la respuesta de un habitante que pensaba que le preguntaba por lo que llevaba al cuello una de sus vacas le contestó con la onomatopeya del cencerro.

Ngorongoro es famoso por su abundante vida salvaje, algo así como el arca de Noé. El cráter alberga una de las densidades de fauna más altas del planeta, incluyendo los "Cinco Grandes" de África: león, elefante, rinoceronte, búfalo y leopardo. También es hogar de numerosas especies de aves y otros mamíferos. Además de su riqueza natural, el área tiene una importancia arqueológica significativa.

Iniciamos el descenso y el safari en 4x4 a la caldera del volcán.

Un árbol con nidos de tejedor.

Parte del perímetro del cráter.

Otra porción del perímetro cubierta de una nube que se precipita a su largo y flamencos en primer término.

Un limícola.

Aves revoloteando y búfalos lejanos pastando.

Primera grulla coronada. ¡Qué especie más espectacular!

En la estación seca, algunas partes del lago salado se secan, revelando un lecho de sal blanca.

Vemos dos leones entre la hierba seca que nos regalan unas estampas maravillosas.

Hipopótamos y un montón de aves.

Y aquí el único rinoceronte que hemos visto pero, eso sí, muy lejos. Sólo identificable con prismáticos, utensilio imprescindible en esta clase de safaris.

Más grullas.

Herbívoros conviviendo.

Es que es preciosa:

Facoceros o ”pumbas”.

Volvemos a ver los leones anteriores pero con peor calidad y atascados en una caravana de vehículos, perdemos 20 minutos. Por suerte el resto de itinerario lo haremos ágilmente ya que tenemos que coger el primer vuelo a las 14,45h.

Tantalo.

Avefría coronada.

Pico cuchara o espátula africana.

Ibis Glossy

Flamencos.

Ibis sagrados y garcilla bueyera ejerciendo de servicio de limpieza de un hipopótamo.

Una cebrada.

Paso de cebra.

Facocero bastante albino

Fila de ñus emulando la migración. Extrañamente salen de este cráter.

Centenares de Ñus.

Aves sobre un búfalo.

Otras especies avistadas en este circuito breve pero intensísimo y que no pude captar bien: Gacela de Grant, Polla de agua africana (Blake crake), Cerceta del cabo, Lanius isabellinus, Avefria armada, Pterocles gutturalis, Alcaudón, etc.

Dejamos la caldera para subir a la “corona” del volcán pasando por un mirador donde se puede comprobar su inmensidad, su singularidad y su gran belleza.

Gerardo y los ocho. ¡Qué megacrack! Gerardo es un guía excepcional, pasional, resolutivo, próximo, entregado… ¡una pasada!

Salimos del cráter por el Área de Conservación de Ngorongoro, una región que no solo se enfoca en la preservación de la vida salvaje, sino que también promueve la coexistencia con las comunidades masái que viven en el área como hemos comprobado.

Llegamos al aeródromo con 10 minutos de margen. ¡Uf! Dejamos el camión que nos ha transportado hasta hoy. La mayor parte del viaje ha estado por caminos duros, con muchos baches y zonas corrugadas que nos hacían sentir como en una batidora. Creo que la endolinfa, el líquido que nos orienta del equilibrio, seguía en agitación después de descender proporcionándonos una sensación parecida a la de seguir en marcha.

Otro momentazo emocional ha sido la despedida del entrañable y currante Maulid, cantamos otra vez la famosa canción tanzana con Noa y Mar en brazos. Está agradecidísimo de como ha ido la convivencia y nosotros a él.

La primera avioneta sobre la pista de tierra roja del aeródromo del lago Manyara a punto de salir. Como somos 20 hacemos el trayecto en dos grupos.

Desde arriba podemos ver los poblados tradicionales de la zona.

Otro volcán.

Cuando llegamos al aeropuerto de Arusha se produce una situación de película.

El personal de pista nos instigan a la segunda mitad a subir directamente al otro avión que se encuentra a pocos metros pero alejándonos de Gerardo mientras el otro grupo, desviado al nuevo avión se resiste a las indicaciones de los “chalecos amarillos” ya que estamos todos ansiosos por agradecer y despedir a Gerardo. A pesar de todo el personal de pista, nos saltamos todos el protocolo de seguridad y abrazamos uno por uno a nuestro excéntrico guía. Un persona grandísima que ha hecho que nuestro viaje fuese mágico.

Segunda avioneta sobrevolando cerca del Kilimanjaro, la montaña más alta de África con escasas nieves por culpa del cambio climático.

Tras aterrizar, realizamos un trayecto de 75 minutos en un autocar, con el espacio justo. nos dirigiremos a las playas de Zanzíbar, exótica joya del Índico, crisol de culturas y milenario centro de comercio. Nos alojaremos en el Neptune Pwani Beach Resort. Tope guiri pero que nos proporcionará un merecido relax. Estamos agotados, cena de buffet y a descansar.

Good night!

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(Votos: 12 Promedio: 5)

Parque Nacional Serengueti
4.6 (14)

Viernes 9 de agosto, 5h de la mañana: ya estamos sentados en el camión. Hoy nos toca paliza de coche que incluye pasar a Tanzania. Es muy de noche por lo que impera el silencio. El paisaje no tiene grandes alicientes y nosotros bastante sueño así que poco que contar hasta el traspaso por la frontera a Tanzania

Lentamente va clareando.

Los días anteriores ha habido graves disturbios por todo el país y algún otro grupo de Kananga ha tenido alteraciones en su itinerario, lo cual añade incertidumbre e inquietud, si además añadimos que pasar la frontera siempre es un mal trago a causa de los diferentes trámites lentos y perentorios (autorizaciones a toda la tripulación, permiso del vehículo, que todos llevemos el carnet de la vacunación de la fiebre amarilla y los 50€…) tenemos como resultado una cierta tensión, sobre todo el responsable Gerardo.

Llegamos a la frontera con Tanzania. Por suerte, no hay cola y todo va muy ágil, sólo tardamos 1:45h en pasarla. Nos ha ayudado un contacto del guía que además hace de banco ambulante, nos “traduce” los Shillings kenianos por Tanzania. En Kenia un dólar equivalía a 130 Shillings, aquí 2.850. El coste de la vida es más económico en Tanzania.

Se acabó el asfalto a las 12:48.

Cruzamos un río lleno de papiro y jacinto de agua.

La tierra tiene un tono más rojo que la precedente y los caminos exhalan arena que nos va invadiendo. No circulan muchos vehículos por los caminos, prácticamente ningún coche particular, solo algún todoterreno turístico.

Vamos pasando por diferentes poblados. En todos siempre hay una actividad comercial ambulante.

La población autóctona es de la etnia Ikoma, hablan su propio idioma además del Suajili.

Una choza-árbol.

La escuela al aire libre en plena actividad hasta que nos ven y saludan.

Antes de llegar a la puerta del Serengeti, pasamos por una parte del parque y ya empezamos con el festival animal.

Pajaritos.

Una jirafa.

2 ejemplares de Kongoni o Alzenazo bulcenazo, un bovino que tiene escasa memoria, algo así como la “Dori” terrestre.

Impala macho. Las hembras también tienen cuernos pero más reducidos.

Hiena moteada.

Vemos como las nubes a nuestras espaldas y nuestro costado van haciéndose más densas y oscuras que van precipitando y causando un pequeño Arco Iris.

Llegamos pasadas las 15h a la entrada del Parque Nacional Serengeti. En sus casi 15.000 km2, se produce la mayor migración de herbívoros del mundo aunque en estos momentos, la gran concentración está en Masái Mara. Además, en sus llanuras nos podremos encontrar a los cinco grandes y multitud de otras especies.

Muchos pajaritos van a la caza de nuestros restos alimenticios. Como por ejemplo, el Barbudo de Arnaiz.

Este otro por identificar todavía.

Nos dirigiremos al corazón del parque, donde nos esperará nuestro Special Tented Camp, campamento que para estar en medio de la “nada” tiene muchas comodidades.

Tiene carácter de campamento ecológico. No se suministran botellas de agua pequeñas, en su lugar dispone de botellas recargables de 20 litros con agua mineral. Se utiliza fuente de energía solar. Luces LED. La mayoría de los alimentos se compran en el supermercado local certificado por el proveedor. Las frutas y verduras en una zona en la ciudad de Talek al lado de Masai, donde se cultiva naturalmente. Se seleccionan los residuos. Los desechos que son biodegradables, como restos de comida o cáscaras, se separan para pudrirse en el suelo. Los no biodegradables, son recolectados y llevados al vertedero principal de la ciudad. Allí tienen un programa especial para reciclar. Con las botellas de vidrio, se han reutilizado convirtiéndolas en vasos para beber agua, que ahora usamos en el campamento. Los cubiertos van desde acero inoxidable hasta vidrio, arcilla y madera.

Serengeti significa la llanura sin fin, y como su nombre indica, es el parque nacional más grande y más antiguo de Tanzania que se extiende al Norte, hasta la Reserva Masai Mara y al Oeste, limita con el Lago Victoria. Es uno de los mejores parques del continente africano por su extensión y por la gran cantidad de animales que en él habitan.

Además de las acacias en este parque hay un árbol distintivo y obicuo, el datilero del desierto que produce unos dátiles muy preciados por la fauna autóctona.

Una duchita con vistas a la sabana.

Un momento icónico alrededor del fuego.

Una cenita.

Nos disponemos a dormir escuchando las hienas y algún león lejano.

Sábado 10 de agosto. Dia Mundial del Leon, ¿será un buen presagio?

Una de las huellas de hiena que anoche nos rodearon.

Amanecer sensacional.

Empezamos un nuevo safari.

Un Damán. Pequeño animal “emparentado” con los elefantes. La foto es mala. Espero conseguir alguna mejor.

Agama de roca, popularmente conocido como Superman.

Gacela de Grant.

Buitres

Cualquier paisaje da para contemplar.

Alcaudones.

En la planicie se ven restos óseos, la primera foto es de Búfalo. Pocos animales comen los huesos.

Aquí no hay quebrantahuesos pero si que comen huesos las hienas, Por eso sus excrementos son níveos.

Sisón

Percance del día. Las lluvias de ayer han encharcado el camino por donde transitamos y nuestro camión se ha encallado. Después de una hora de intentonas y gracias a la ayuda de un Jeep que transporta una familia belga, podemos salir.


Terrero

Las siempre elegantes y omnipresentes Gacelas de Thompson.

African Green Pigeon, un ejemplar raro de ver.

Un escalado elefantil.

Que bonito es el barbudo de Arnaiz. Si, ja sé que es la tercera vez que lo recojo en esta crónica. No me canso.


Alcaudón pío.

Pajarito por identificar.

Otro.

Un simple árbol escuálido es una bella estampa.

Jirafa comiendo.

Avestruz macho.


Vemos una concentración alta de vehículos.

Pero los leones ya se van.

Pero un poco más tarde cuando estamos solos vemos a otra con una gacela en la boca que acaba de cazar.

Rapaz Eagle

Leona en medio del camino

Leon en su explendor

Libro de la Selva total sobre los Kopjes (montículos pedregosos)


Otro rey con unas crías.

Parada a mear y comer.

Una siestecita.

Guepardo al pie de un árbol.

Chacal comiendo tortuga leopardo

Jirafa al atardecer.

Cuando ya estamos llegando al campamento tenemos que pasar por una vaguada. A un lado…

Al otro…

Y al centro, un vehículo encallado con una rueda sumergida en el lado de los hipopótamos que están en plena agitación y a punto de salir del agua para ir a pastar, tenemos la oportunidad de revertir el favor que nos han hecho esta mañana y, por suerte, la operación resulta con éxito al primer intento. Ha habido mucha suerte porque de lo contrario no podríamos haber pasado ni llegado al campamento.

Justo cuando empezó a hacer maniobras, la Leire estaba haciendo aguas menores detrás del camión, por lo que se produjo un momento de estrés y cierto riesgo pero jocoso pensando que la dejábamos en la estacada. Lo solventó subiendo en marcha.

Otro atardecer sublime.

Faltan 15 minutos para llegar al campamento y empieza a llover torrencialmente.

Para contrarrestar el momento delicado empezamos a poner “La Potra salvaje” y alguna canción más mientras ponemos a prueba la suspensión del camión con nuestros agitados movimientos. Parece Pachá pero más pequeño. Como sigue lloviendo cuando llegamos al Lodge, decidimos seguir la fiesta y acompañarla de Amarula, un licor local. El diluvio se ha cobrado algunas víctimas materiales, algunos lavabos inundados, colchones y ropa mojada. Un caos importante. Los trabajadores intentan solventar todos los desperfectos.

Maulid y sus ayudantes nos preparan una cena tanzana buenísima llamada chakulachakiafrika, compuesta de: Ugari, insípido maíz blanco, espinacas (chicha), pollo (Kukuchoma), cordero (lindo choma), alubias (majarake) alubias, plátano verde frito en salsa (matoke banana) pan (chapati).

Y para acabar la cena y este día fantástico, los trabajadores del campamento y los chicos que nos han acompañado en el viaje, nos ofrecen un canción africana clásica auténtica mientras bailan rodeando la mesa y proporcionándonos un momento maravilloso. Os dejo la letra y una instantánea con Maulid en el centro.

Jambo, jambo Bwana  
Habari gani 
Mzuri sana  
Wageni, mwakaribishwa

Kilimanjaro, hakuna matata

Tembea pole pole , hakuna matata
Utafika salama, hakuna matata  
Kunywa maji mengi, hakuna matata 

Domingo 11 de agosto. Nos levantamos antes de la salida del Sol. Desayuno y marcha del campamento. Nos despedimos del personal. Han sido entrañables como todas las personas que nos estamos encontrando. Al minuto de salir tenemos que volver por una mochila olvidada.

La tierra sigue húmeda por las lluvias de anoche. Lo cual favorecerá la disminución del polvo que levantan los vehículos y un ambiente reconfortable.

Por el camino vemos gran actividad animal: chacales, gacelas, gallinas de guinea, topis, etc.

Vemos al pequeño y rápido bovino Dic Dic, nombre onomatopéyico. Animal que su policromatismo favorece su integración en el paisaje.

La siempre imponente Jirafa.

Las acacias se comunican entre ellas, cuando las jirafas comen sus hojas, sueltan un tóxico y “avisan” a las acacias vecinas. Por eso las jirafas van pasando de acacia en acacia.

En el lomo de la jirafa hay un picabueyes de pico rojo.

Un montón de hipopótamos con más picabueyes.

Dos icónicas estampas más del animal terrestre más grande y del más alto.

Festival de babuinos. Quitándose pulgas.

Llevando una cría, los machos en la pancha y las hembras en el lomo.

Un pequeño aprendiendo a caminar por las ramas.

Leona solitaria.


Cercopiteco verde o Verbet comiendo dátiles.

Momentazo del día. Vemos a 3 guepardos cruzando el camino, la madre acompañada de dos jóvenes, la madre sale espitosa en un segundo, se escucha el grito de una presa. Ha cazado y se disponen a alimentarse. Brutal!


Y seguimos con el festival de felinos, un Serval paseando y cazando.

Justo en el momento antes de cazar un pájaro.

Paramos a comer en un montículo concurrido de personas, pajaritos y roedores.

Aquí parte de la alegre cola para recoger la comida.


Estorninos coloridos.

Tejedores y sus nidos.

El roedor.

Un Tordo.


Kijrlia o árbol salchicha llamado así por sus grandes frutos alargados. Es polinizado por murciélagos y sus frutos grandes y alargados son comidos por elefantes.

Zorro de lomo dorado.

Secretarios.

Un pequeño tornado que levante la arena en una zona quemada.

En esta zona del Serengeti se levanta mas polvo que en otras zonas, estamos acabando rebozados.

La planicie eterna.

A los lados del camino, la planta llamada Estramonio que tiene un poder alucinógeno potente.

Los elefantes tumbas árboles para alimentarse.

Durante este tramo nos acompaña una manada “eterna de Gacelas de Thomson.


La Avutarda, el ave voladora más grande del planeta.

Vemos otro Serval justo en la cuneta del camino al que no me da tiempo de inmortalizar.

Una familia de leones a la sombra.

Más avutardas.

Sand Groose o ganga.

Llegando al alojamiento del día vemos Gallinas de Guinea, Dic Dic, Flamencos en el lago cercano


Y para acabar el día, un fantástico alojamiento.

Que gran experiencia visitar Serengeti. Nos quedamos sin calificativos.

Mañana más…

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Lago Victoria
5 (11)

Hoy nos levantamos a una hora prudente y siendo espectadores de la actividad frenética de las aves “residentes” en el resort.

Un pájaro martillo pillando un cangrejo.

Nos sorprenden los cantos estridentes de los pájaros martillo. Se han congregado para poner rienda suelta a sus actividades sexuales. Los machos suben a las lomas de las hembras y juntas sus colas en actos rápidos.

!Que fotogénico es el Kingfisher!

El Lago Victoria es el lago de agua dulce más grande del continente africano y el segundo más grande del mundo, así como una de las principales fuentes del río Nilo. Sus aguas se comparten entre 3 países: Uganda, Tanzania y Kenya.

A lo largo de la historia, este majestuoso gigante de agua ha sido navegado por muchos exploradores conocidos en busca de las famosas fuentes del Nilo.

3 barcas serán los vehículos que utilizaremos para conocer algunos de sus rincones.

Vamos bordeando el margen del lago y constatando la gran actividad humana que congrega el río, hombres pescando, mujeres lavando roba, niños jugando, personas bañándose…

Son muy interesantes y variadas las formas de pesca y las naves que se utilizan. La técnica que veremos ahora consiste en golpear la superficie lagunar para atraer a los peces.

Un pequeño velero de faena.


Esta patera con una curiosa tripulación.

Seguimos navegando hasta las Bird Islands, Mbsa y Moholo, las islas con más densidad de aves de todo el lago. Aquí lo podréis apreciar. Una gran cantidad y variedad de especies: martín percador, garza, garceta, cormorán, una especie de golondrina…

En estas islas hay una gran población de Varanos del Nilo, grandes reptiles, ágiles y todoterrenos: nadan, trepan y corren.

Desembarcamos en un pueblo de pescadores de la isla de Mfangano. Hombres recogiendo las redes.

Mujeres lavando ropa.

La mayoría de tejados (y aquí también las paredes) son de chapa de cinc. Puede que en la parte central y soleada del día proporcione temperaturas más altas pero, por lo general, en esas horas las actividades humanas se hacen fuera. Dentro de las casas hay muy pocos enseres y entretenimientos y además comparándolos con los antiguos tejados, no necesitan mucho mantenimiento y evitan la residencia de pequeños animales.

Una pequeña travesía por la isla bajo un sol de justicia y acompañados por unos cuantos habitantes locales de pequeña estatura.

Y otros seres vivos.

Una vista desde la parte alta.

Llegando a Takawiri, un “oasis” turístico.

Un breve y refrescante baño.

¡Que gran cantidad y variedad de aves vuelan a nuestro alrededor! Os dejo alguna muestra.

Un tejedor en su nido. Lo construye el macho, si la hembra le da el visto bueno lo ocuparán, si no está conforme, el macho tendrá que currárselo de nuevo.

Dando de comer al “pequeñín”.

En este rincón del lago, existe una gran población de Milanos negros que cazan peces y otras pequeñas criaturas terrestres.

Su majestuoso vuelo.

Los pequeños “Sunbird” similares a los colibríes en su morfologia y régimen alimenticio pero no en su forma de volar.

Ibis sagrado.

3 peces gato pescados y Raúl y Varis relajados.

Nos despedimos de este fantástico enclave para volver a nuestro alojamiento.

Tendremos la tarde libre para realizar diversas actividades opcionales, muchos optan por descansar, otros por leer, alguno para darse un baño…

Y Luis por conocer la fauna salvaje en su propia habitación, aquí veis un delgada pero larga culebra trepadora que interrumpió su merecido relax.

Se mueve y se para en el techo. Después de varias intervenciones infructuosas y poco profesionales para saber donde se había escondido, se administró un producto agresivo que la hizo salir y, así poderla sacrificar y restaurar el sosiego a la persona hospedada.

Y no será el único ser no invitado que se mete en las habitaciones pobladas de muchos geckos y, en el caso de las chicas, de un murciélago.

Una timba de cartas, un poco de intercambio cultural mientras el sol cae.

Al estar cerca del ecuador, el sol baja muy deprisa.


Por la noche, los pescadores locales encienden una gran cantidad de candiles sobre boyas en el lago que atrae a insectos que a su vez atraen a peces y después, los pescadores van pasando con sus barcas recolectando las inocentes presas.

Un sapito nos da la bienvenida en la puerta de la habitación.

Y a descansar!

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Despedida de Masái Mara y bienvenida al Lago Victoria
4.7 (12)

Nos despertamos bien pronto para realizar un nuevo Safari y antes de que el sol se levante del horizonte ya estamos en marcha.

De algunos de los animales que reflejo en estas crónicas desconozco a qué especie pertenecen. Espero que vosotros, estimados lectores, perdonen mi ignorancia y, en todo caso, constató que es una limitación emmendable a base de mis revisiones posteriores o de las aportaciones de cualquier persona versada en estos temas. Es el caso de la gallinácea que incorporado a continuación.

Ya la tenemos identificada: Francolín.

Detectamos un grupo de cebras cerca de un meandro del río por el que frecuentemente cruzan, aspecto que conocen los conductores de los vehículos y los cocodrilos que esperan saciar su apetito. Esperamos para ver si este interesante pero luctuoso acontecimiento fuera a ocurrir.

Los cocodrilos africanos son los más grandes del planeta, vemos algunos de enorme tamaño.

Parece que las cebras no se animan a cruzar el río, mientras tanto, nos entretenemos con otros menesteres. Aquí os presento un piedra basáltica, indicio del origen volcánico de estas tierras.

Se nos aparece un Meloncillo. Pequeño animal con rabo largo.

Una vistosa ave. La Caraca de pecho lila.

Otra ave. Black belly Bustard

Unos bóvidos.

De vuelta a nuestro alojamiento, podemos observar el vuelo del Elanio que tiene similitud con el de otro rapaz, el cernícalo ya que en algunas ocasiones se queda parado en el aire aleteando ágilmente las alas y esperando vislumbrar una presa asequible.

Llegando al Governor’ nos entretenemos con la forma ruidosa de pastar que tiene un grupo impertérrito de elefantes.

En el meandro del río Mara del Governors’ se han congregado unos cuantos escandalosos y agitados hipopótamos, sobre todo uno de ellos que está excitadísimo e instiga a los demás. Nos demuestra que estos animales pueden nadar y correr muy ágilmente.

Mientras esperamos, me entretengo con algunas mariposas del lugar

Y unas simpáticas Mangostas enanas que atraviesan el campamento.

Nos despedimos del emblemático Governors’ Camp que es el Tented Camp permanente más antiguo de África y pionero de la elite de los safaris. Debe su nombre a la época colonial británica, ya que hace unos cien años, este precioso y estratégico enclave fue el elegido para establecer las residencias de verano de los gobernadores británicos de Kenya. Un lugar exclusivo por el que también han pasado personalidades de la talla de Jimmy Carter, Bill Gates, George Lucas, Brook Shields… convirtiéndose así en uno de los Tented Camps más solicitados, emblemáticos y reconocidos del continente.

Tomamos unas avionetas desde la Reserva Masai Mara para sobrebrevolar el río Mara, el altiplano Kenyata, el Parque Nacional de RUMA contemplando la sabana más impactante. De esta manera, evitamos un traslado poco interesante de más de 10 horas por carretera. Tras un cómodo y espectacular vuelo llegaremos a las inmediaciones del lago Victoria.

Los meandros del Río Mara.

El interior del poblado aeroplano.

Apunto de tomar tierra.

Me hace gracia este detalle, Simba quiere decir león en suajili.

Después del vuelo, Gerardo nos explica que las personas que pueblan estos lares, son básicamente de la etnia Luo, la misma que algunos ascendiente de Barack Obama. Son de piel más oscura y facciones mas redondas. Esta población no vive tanto del ganado como de cultivos y de la pesca.

El Lago Victoria es el segundo más grande del mundo, después del Baikal en Rusia. Está rodeado por tres países Kenia, Tanzania y Uganda, y tiene un diámetro de 350km.

En él se encuentra la isla con más densidad de población del planeta, Migingo. Esto se debe a que, al encontrarse en el límite legal entre Kenia y Uganda, los pescadores pueden evadir los impuestos.

Faltan 90 minutos de camión hasta el próximo “Lodge”. Nos amenízanos con el componente humano del entorno de la carretera y los paisajes cercanos.

Y también con algunos vehículos. Sobretodo hay motos (algunas muy cargadas de materiales o personas) y pocos coches.

Y alguno animal interceptando el paso.

Alrededor del la vía por la que transitamos, vemos secadores del pescado Omena que se vende y se consume desecado.

Y algunas “tiendas”

A punto de llegar, atravesamos el puente.

Algunos nenes simpáticos.

Llegamos al Rusinga Island Lodge. Un lugar privilegiado. Antes que nada, nos disponemos a comer.

Per este lugar hay un monton de aves Martíllo.

Vistas e interior de nuestro apartamento.

Aprovecharemos la tarde visitando el pueblo Mbita, especialmente su mercado y lo haremos con el vehículo más utilizado y casi exclusivo de esta zona, las motos. Os tengo que confesar que tengo pavor de subirme en una moto pero cuando uno hace turismo es muy interesante impregnarse de las costumbres locales sobre todo si no hay casi ninguna alternativa ya que hay 8 km de distancia a Mbita y poco tiempo de margen.

Somos la atracción de esta poco turística población. Algunos niños y adolescentes se nos pegan.

Mercado.

Que contento estoy por llegar.

Mirar que atardecer desde el resort.

Good night!

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Masai Mara 2a parte
4.9 (12)


A las 3,30h ya estamos en pie.

Aunque no sea muy buena foto, aquí os dejo la instantánea de una pequeña salamanquesa con la cola restaurada. Gecko común doméstico.

Cualquier andanza a cualquier hora entre la zona central del campamento y las habitaciones la tenemos que hacer acompañado por algún masái ya que de lo contrario, te puedes encontrar en una situación peligrosa para tu integración física y apetitosa para cualquier depredador.

Mientras tomamos un café, los masái nos enseñan con la ayuda de linternas, como brillan los ojos de los hipopótamos cercanos sumergidos en el río.

Salimos a las 4:00h, en la noche profunda bajo un cielo superestrellado.

Hace frío pero llevamos (o no) suficientes capas para nuestra protección.

Por el camino se nos cruzan algunas pequeñas y saltarinas liebres y otros animales un poco más grandes que obturan el camino. Momentazo.

Nos sorprende la posición protectora de los adultos hacia los pequeños elefantes que van ocupando la parte interna del grupo.

Tenemos que cruzar un río de gran caudal y fuerza mediante un original y sostenible sistema. La barca va sujeta con una argolla a una gran maroma que une las dos riberas. Con la ayuda de la fuerza motriz humana, la barca atraviesa el curso del río en un muy breve espacio de tiempo.

Llegamos al lugar de salida de los globos con los que podremos ver, con perspectiva, esta inmensa reserva. Cada globo puede llevar 16 personas en una supercesta. Al mismo tiempo, levitarán 5 coloridas aeronaves. Vemos cómo los van llenando de aire caliente.

Nuestro piloto será Johan, un simpático sudafricano de Johannesburg. Nos da unas largas instrucciones haciendo hincapié en el protocolo del aterrizaje ya que es momento delicado del vuelo porque la cesta puede volcar y los ocupantes lesionar.

La cesta tiene 5 compartimentos, el central para Johan y 4 esquinazos para 4 personas cada uno. Tenemos el espacio justo pero suficiente.

Empieza a despegar el globo, a clarear el día y aumentar nuestra sensación de bienestar y felicidad al ver un paisaje inconmensurable de una forma tan extraordinaria.

Los movimientos en los viajes en globo son muy suaves e impera un silencio reconfortante, todo lo cual hace que nuestra placer sea extremo.

El sol está a punto de mostrarse en su esplendor.

Mientras se levantan las últimas nieblas de las arboledas.

Unas visiones internas de la cesta.

La combustión necesaria para calentar el aire interno a 80 grados nos proporciona una intensa calor y unos reflejos rojizos en nuestro rostros.

Esta perspectiva nos permite ver a mucha fauna (Kobs acuáticos) que nos mira con estupor.

Y unos búfalos.


Pasamos muy cerca de las copas de los árboles.

A la misma altura que los buitres encaramos a las copas de los árboles. African White-backed Vulture

Dormideros de garcetas bueyeras y otras aves.

Otras aves.

Tántalo africano.

La altura va oscilando ofreciendo diferentes perspectivas.

Sobre los meandros del río.

Todo el curso del Mara lo puebla una gran cantidad de hipopótamos.

Madres e hijos elefantes.

Algún cocodrilo.

Reflejo sobre el curso del Mara que da nombre a la reserva.

Pasamos a zonas más abiertas que facilita ver agrupaciones faunísticas terrestres.

Y los senderos que los animales transitan y entretejen.

Vamos descendiendo.

Todos tocamos tierra con la sensación de haber vivido unos momentos que quedan impregnados para siempre en nuestros recuerdos. Sencillamente brutal.


Exultantes, nos montamos en los 4x4 que están preparados al lado de nuestro aterrizaje.

Y vemos la fauna más de cerca.

Calao de tierra.

Jabirú.

Avestruz macho.

Elefantes que se nos cruzan.

Acaban de estar en el agua, los pequeños (que hay muchos) habrán tenido que estirarse para no ahogarse.

Paramos a desayunar a las 9h cerca del meandro del río donde nos entretienen una concurrida asamblea de hipopótamos, un encuentro de impalas macho, algunos cocodrilos y un azulado Estornino de Cúper.

Los hipopótamos tiene fama de ser los animales más peligrosos para las personas pero tienen otras características interesantes. Por ejemplo, tienen unos 90 sonidos silábicos y dentro de sus grupos intercambian los roles como, por ejemplo, la función de niñera/o.

Llegamos al Governor’ Camp. Un lugar impresionante en medio de la sabana que evoca películas o documentales.


Un poco de descanso y volvemos al Safari.

En esta zona hay muchos termiteros que son utilizados por los Topi machos para intentar seducir a alguna hembra con su silueta esbelta y su porte altanero.

En algunos momentos de los safaris, cuando los vehículos salían de los caminos notábamos un aroma dulzón, resultaba ser la albahaca local removida.

Una águila culebrera que acaba de pillar un entremés.

Hoy teníamos como objetivo ver leones pero durante el safari matutino la alternativa a un puente roto del camino nos disuadió, los conductores de la tarde fueron más atrevidos y se enfrentaron al reto de pasar por este espinado tramo donde era imposible que los bajos del 4x4 no tocaran tierra.


Este trance valió mucho la pena. Ya veréis…

Empieza el festival de leones. Nos encontramos con 2 jóvenes machos saciados que están hiperventilando y colapsados por el atracón que se acaban de dar a costa de un malogrado búfalo.

No pueden ni abrir los ojos del empache que tiene.

Vemos un par de chacales esperando su turno. Aquí un primer bello plano de uno de ellos.

Después nos topamos con dos juguetonas y tranquilas, pero más movidas, leonas hermanas.


Están confiadas.

Parece ser que también estuvieron en el banquete del búfalo, mirar los tonos rojizos de la dentadura y las moscas que eliminan restos de su rostro.

Sencillamente cautivadoras.

Y por último una familia de, aprox. 8 miembros que se esconden en unos arbustos pero de los que sólo podemos captar esta mala imagen.

Volvemos hacia al campamento.


Pero aún da tiempo para seguir contemplando más fauna como los esbeltos Impalas.

Mangostas ralladas.

Hiena adulta y hiena joven.

El simpático Mike y los 7 ocupantes. Cada vez que pillaba grandes baches (que se producía muy frecuentemente) se añadía a nuestra cantarina "uiuiui".

Llegando al Governors’ nos encontramos 6 jirafas en la hondonada que debe convertirse ocasionalmente en torrente.

Un dia sencillamente brutal.

El Governors’ tiene dos partes, el Private y el Main. Monica, Juan Carlos, Cris y yo dormíamos en el Main. Aunque era poco distancia siempre teníamos que ir en vehículo. En el caso de la noche, además del conductor venía con nosotros un Ranger con una gran arma.

El campamento está en medio del habitual tránsito de hipopótamos, por la mañana están en el agua y por la noche pastan. Lo comprobamos en el traslado para ir a dormir, nada más salir del Private, nos topamos con 2 Hipopótamos en el camino, también alguna liebre (aquí no hay conejos).

El día ha sido largo, estamos muy cansados así que empezamos a roncar antes de las 22h.

Fins demà!

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Entrada a la Reserva Masái Mara
4.4 (16)

Nos despediremos del Lago Naivasha pero antes os explico algunos acontecimientos de la noche pasada.

Cuando nos recogíamos a nuestros aposentos, vimos dos pequeños mamíferos saltarines, parecidos a “bambis” pero divididos por 3, aprox. Pues no llegaban a los 80cm de altos. Resultaron ser duíkeros. Especie singular difícil de ver en safaris.

Posteriormente, mientras escribía la crónica anterior, escuché un ruido seco en el vidrio del apartamento, esperaba encontrar un humano adolescente requiriendo algún menester pero, en su lugar, me encontré con un enorme coleóptero negro que había impactado contra la superficie transparente de nuestro habitáculo. Le intenté persuadir de su vana intención pero el escarabajo lo volvió a intentar y parece ser que no sólo en nuestra habitación.

Un “pájaro” que vimos, que formaba parte de otra expedición de Kananga y que coincidió que pernoctamos en el mismo hotel fue el menoscabado expresidente del Barça, el señor Bartomeu que viajaba con otros 16 familiares. Algún miembro de nuestro grupo no se pudo resistir de pedirle alguna foto, no fue nuestro caso.

En Kenia hay dos idiomas oficiales, el inglés y el suajili, idioma, que según Gerardo, es fácil ya que se pronuncia como se escribe y tiene un remoto parecido al español.

Emprendemos la jornada camionera deshaciendo 40 minutos del recorrido del día anterior. En este tramo vemos aunque distante, !la primera jirafa!

Después de desviarnos para explorar una nueva carretera, nos adentramos en una zona más árida, de mucha arena y menos fértil, el cultivo de huerta ha sido sustituido por el de secano y los paisajes más espesos a más diáfanos.

En el paisaje impera la acacia silvadora, arbustiva y llena de agallas producidas por la reacción a ataques de insectos y que ahora se pueblan de hormigas. La entrada a este cubículo producen un silbido cuando hay viento, de ahí, su nombre. Las hormigas se encuentran en simbiosis con la planta pues la defienden de otra fauna dañina.

También hay muchas plantaciones de maíz, alimento básico en la alimentación indigena, aquí podemos ver como lo dejan secar y ensacan para su transporte.

Tenemos unas cuantas horas de camino lo que nos incita a ir cambiando de posición de forma frecuente, aquí en el chill out del camión.

Un puesto de fruta carreteril.

El contraste de temperatura es drástico, a estas horas se agradece cualquier sombra, en este caso generosa y concurrida.

Llegamos a Narok, una ciudad de tamaño considerable, paseamos por el destartalado mercado.

Nos hace gracia el culo respingón de los maniquíes.

El guía nos explica una iniciativa empresarial de éxito, Mpesa, de la que vemos carteles en gran cantidad de comercios. Es como un bizum pero sin estar asociado a ningún banco.

Desde esta población, nos adentramos al territorio Masái, grandes planicies salpicadas por asentamientos de pocas casas.

En Kenya hay 40 etnias, sólo un 2% son Masái pero es una de las más conocidas. Otra son los Kikuyu, de fama tacaña, con nivel económico más alto y evocados en “Memorias de África”.

Paramos a comer a la sombra de un gran árbol.

Un Barbudo d’Arnauz nos visita.

Conoceremos una comunidad Maasai mediante una fórmula un poco artificiosa pero que nos agrada ya que así conoceremos su cultura que ayudamos a preservar y, al mismo tiempo, proveer de recursos económicos.

Nos dan la bienvenida con diversidad de danzas y cánticos auténticos. Mujeres y hombres con roles diferentes, las chicas más estáticas y los chicos más saltarines. Los chicos pasan por 3 etapas, los niños, los jóvenes que han sido circuncidados y los guerreros (Moran) cuando han pasado varios meses de exploración solitaria. Éstos pueden llevar cabello largo.

Un detalle de las pinturas cutáneas.


Se añaden un par de voluntariosas Mugumbu.

Nos enseñan como hacían fuego sus ancestros utilizando caoba y excremento de elefante seco.

Nos dejan entrar en las sencillas casas del poblado hechas de barro, caca de vaca y troncos. Son polígamos, el hombre va cambiando de casa.

Mar con pequeños oriundos.


Por la tarde nos adentramos en la Reserva de Masai Mara en vehículos 4x4 (no dejan entrar otros vehículos) que nos permitirán acceder a los rincones más remotos y hermosos.

Masai Mara es el territorio tradicional de la etnia Maasai, que sigue coexistiendo con la vida animal, pero también es mundialmente conocida por ser la cuna del safari. Por su orografía y su altitud, sus llanuras se mantienen frescas casi todo el año, constituyendo un lugar privilegiado para la vida animal. Junto con el Serengeti, entre los dos soportan la mayor migración de mamíferos de la tierra. Para conocer a fondo la Reserva, pasaremos 2 noches en dos puntos clave de este impresionante paraje natural.

Vemos un búfalo agazapado.

Dos calaos de tierra y un…

La Gacela de Thomson macho en su esplendor.

Hiena moteada.

Cebras.

Facoceros o, como se les conocen internacionalmente, “pumbas”.

En todo el parque y en todos los campamentos no hay vallas por lo que no se puede salir de los vehículos.

Empezamos a ver multitud de ungulados bovinos.

Ñús en migración cruzando.

Cada vez más y más.

Un primer elefante escondido entre los árboles que vemos gracias a que perseguíamos a un leopardo que había cruzado el camino.

Un par de chacales de lomo negro.

Ñu ya crecidito amamantando.

Gallinas de Guinea.

Gacela de Grant.

Una majestuosa jirafa masái.

Y para acabar, un escena muy impresionante, una hiena moteada comiéndose un ñu. Aquí con el morro rojizo sanguinolento.

Los últimos resplandeceres del día.

La primera noche será en Julia’s River Camp inaugurado en 2012 y reconstruido hace pocos meses porque una crecida del río se lo llevó todo.

Fuego de campo, cenita y a dormir que mañana a las 4,00h nos vamos del campamento.

Mientras estamos en la tienda se escuchan hipopótamos.

Good night!

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Barcelona - Nairobi – Lago Naivasha
5 (14)

Salimos de casa a las 4,40h. A la entrada de la T1 nos encontramos caravana para entrar en el aeropuerto.

Un café/cacaolat y ya estamos preparados para la aventura africana.


Viajamos con Turkish Airlines destino Nairobi vía Istanbul. Mientras esperamos ocurre el rojizo alba…

Primer vuelo plácido. En Estambul hemos de esperar una cantidad de horas largas para la espera y cortas si te atreves a escaparte para ver la ciudad, por lo tanto, optamos por la primera opción, no sea que se nos complique el día y el viaje.

Se retrasa el vuelo 1,20h y encima tardamos 1:30h en despegar, parece ser que ha habido que desalojar un deportado mientras estábamos en pistas.

En los aviones no es fácil calcular cuando te darán los avituallamientos, lo que complica el nombre que tienen que recibir (¿desayuno, comida, cena...?), nos ha tocado la cena a las 22:30h aproximadamente y un bocata o pastel a las 1,30h, éste lo podríamos llamar "el tentempié del sonámbulo", por ejemplo.

Aterrizamos a las 3:30 en Nairobi y pasamos por el trámite de aduana y maletas. A las 4:15h nos encontramos con Gerardo, nuestro alegre y mañico guía y con el resto del grupo.

Emprendemos el viaje en el camión junto la tripulación oriunda: Maulid, Hassan, el experimentado conductor y Víctor, conductor aprendiz.

Tardamos 1:15h hasta el hotel, por el camino, a pesar de nuestro estado catatónico, repasamos algunas informaciones con Gerardo.

La semana pasada hubo manifestaciones bastante violentas para protestar por los altos precios de productos básicos, entre otras cosas. El próximo 8 agosto se prevé otra pero más pacífica y, además para nuestra tranquilidad, nos pillará lejos de la capital. Parece ser que el presi de la nación ha atenuado un poco la virulencia de las reivindicaciones incorporando a parte de la oposición en el gobierno.

El guía nos explica que acaba de pasar malaria en Uganda y que ésta vez ha sido bastante benévola comparada con la anterior que tuvo que ingresar en el hospital. Por lo que queda claro que tenemos que llevar mangas largas y mucho repelente de mosquitos.

Como es un país de origen anglosajón, la conducción es al revés que en nuestro país. Conducen por la izquierda, entre eso, la precariedad de la red de carreteras y los ocasionales arriesgados adelantamientos hace que circulación sea entretenida. Por la carretera que circulamos hay una alta intensidad de camiones que transportan las mercancías desde el puerto de Mombasa a la capital.

Nos encontramos a 1.800 de altitud, por lo que la sensación térmica es de bastante frescor, sobre todo por la noche porque hay un gran contraste térmico. Si a eso añadimos las láminas plásticas que hace las veces de ventanas y que en la gran parte del viaje las llevaremos levantadas, el frescor, en algunas ocasiones, se convierte en frío.

Nairobi es una de las ciudades africanas más prósperas, tiene más de 4 millones de personas y una gran actividad económica aunque turísticamente sea poco atractiva.

Cuando ya estamos llegando al hotel donde pernoctaremos (muy escasamente), una pieza metálica, alargada de los bajos del camión parece que está muy suelta provocando un extraño ruido. Por suerte para nosotros, otro camión de Kananga circula justo detrás nuestro y va bastante vacío, por lo que subimos a éste para llegar al hotel y esperar que reparen el nuestro. Aquí los conductores también son mecánicos y muy apañados, por lo que en media hora ya lo han solucionado.

Nos alojaremos en el Nairobi en Sovereign Suites, una especie de enorme palacete. Un brevísimo descanso y ¡a desayunar!, mirar que terracita más "Victoriana" con unas vistas a un enorme jardín:


Emprenderemos camino hacia el norte en dirección al Área Natural del Lago Naivasha. Aquí todo el grupo:

El paisaje és de un eterno verde. Esta es una zona donde llueve mucho y de gran variedad de cultivos, destacan el Árbol de té, el maíz, las flores que se exportan a medio mundo (incluido el nuestro).


El Área Natural del Lago Naivasha se encuentra en la gran falla del Rift (donde también se encuentran otros grandes lagos). Tiene una longitud de 5.000Km y los dos lados de la falla se están separando lentamente, lo cual provocará un nuevo continente de aquí a unos 10 millones de años. Hacemos una parada en un mirador para ver la vastedad de esta falla. 

Desde el mismo mirador vemos los saltos entre árboles de algunos ejemplares del cercopiteco azul o de diadema,

Las personas de estos lares llaman a los blanquitos como nosotros "Muzumgu" que quería decir algo así como persona que va despistada. No es un calificativo despectivo sino más bien descriptivo.

Una de los aspectos que nos llama la atención es la alegría con que nos saludan todas las personas con las que nos cruzamos. Nos da una gran sensación de bienestar, aquí una muestra...

Hoy es domingo, por lo que se aprecia que van bastante acicalados y con vestidos supercoloridos. Y también aprovechan muchas personas del país para hacer turismo interno.

Vemos algunos babuinos cerca de la carretera.

En el paisaje resaltan los cactus Candelabra cuya savia lechosa es venenosa.

Frecuentemente se huele a quemado, a veces para hacer carbón, a veces para deshacerse de residuos.

Una cosa curiosa es que se han prohibido totalmente el uso de bolsas de plástico en Kenia. Te pueden inspeccionar el equipaje y sancionar.

El árbol predominante y característico de África es la Acacia de la cual hay 200 especies diferentes, tienen en común su porte en capas horizontales, sus pequeñas hojas pecioladas y sus púas, algunas de gran tamaño. Por esta zona frecuenta la bella y alta especie del tronco amarillo.

Paralela a la carretera hay una vía de tren que han construido los chinos. China está invirtiendo gran capital en infraestructuras (puertos, carreteras, tren...) desde hace mucho tiempo, coincidiendo con la necesidad de algunas materias primas que se encuentran en este continente y las cuales controlan en gran medida.

Llegamos al lago Naivasha que deriva de la palabra Maasai Nai'posha que significa “aguas bravas”. El lago es hábitat de más de 450 especias de aves, de un considerable número de hipopótamos y otras especies de las cuales os presentaremos una muestra...

Aquí nidos de tejedor en uno de los árboles que nos dan la bienvenida.

El precioso "Estornino soberbio":

El ave martillo

El Ceiba, árbol de agresivas púas...

Para visitar el lago utilizaremos estas ágiles barcas...

Una garza blanca

Una garza cabeza gris en elegante vuelo...

Hipopótamos...

El hipopótamo con el ganso del Nilo o ganso egipcio

El pequeño de la familia.

La parte más profunda del lago está en Crescent Island, que a su vez es un santuario de herbívoros. Su entorno idílico y su ubicación lo convirtieron en uno de los lugares preferidos de ocio para muchas familias de origen europeo, desde la época colonial hasta mediados del siglo XX. En realidad es una península y fue el lugar donde se rodó "Memorias de África".

Un ejemplar de Kob acuático

Pigargo o aguila pescadora

Aquí pescando...

Martines pescadores

3 Ibis sagrados y en primer plano, la planta acuática jacinto de mar, especie que está causando estragos en muchos lagos de la zona (ocupa grandes extensiones que opacan la superficie lagunar)

Gacelas de Thompson (al fondo y al sol) y Kobs (a la sombra)

Pelícanos

Pelícano posándose en la superficie lagunar...

Ñús

Avestruz solitaria

Cormoranes

Terminamos nuestro paseo y nos disponemos a comer una rica ensalada, arroz y carne con un rico aderezo mientras nos visita el mono "de los huevos azules", en inglés coloquial, Malbrouk, esta es la cara la la hembra...

Y éstas son las partes bajas del macho con los susodichos y coloridos atributos...

Por el camino vemos avestruces, jirafas!!! y Kudús!!!

En este caso una cría amamantando...

Por todo el recorrido también se ve mucha actividad humana, en este caso un mercado...

Llegamos al alojamiento del día, el Great Rift Valley Lodge and Golf Resort, un gran complejo con pistas deportivas, una gran extensión y habitaciones espaciosas en el cual la fauna autóctona no nos da tregua...

Kob acuatico al lado de nuestro departamento

Zebras

Y muchos mosquitos que mantenemos a raya con nuestras "artes marciales", mangas largas y concentrados de D.E.E.T.

Una cenita completa y variada y a descansar, cosa que no hemos hecho mucho hasta ahora. Vamos a aprovechar que, según el guía, hoy podemos dormir más ya que al día siguiente no hay que madrugar, sólo tenemos que estar encamionados a las 8,30h!

Bona nit!

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¡Nos vamos a Kenia y Tanzania! ¿Nos acompañas?
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Del 3 al 17 de agosto visitaremos estos dos países, cuna del Homo Sapiens y uno de los rincones donde se puede ver, todavía, la naturaleza pura.

Era un viaje muy deseado por algunos miembros de la tropa habitual pero, ¡atención! en este viaje los miembros se han duplicado, seremos 8 (magníficas) personas: Leire, Martina, Mónica, Juan Carlos, Mar, Noa, Cris y un servidor.

Faltan casi 3 semanas para zarpar, ya tenemos muchos aspectos preparados (vacunación, documentación...) pero nos falta completar requisitos y equipaje. Tenemos tiempo...

Viajaremos con Tarannà (Kananga), agencia con la que ya hemos hecho algun otro viaje. Fomentan un turismo sostenible y de calidad.

Esto promete... ¿Nos acompañarás en el viaje?

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