Hoy recuperamos fuerzas mediante un sueño reparador y algo largo comparado con los anteriores. Nos levantamos a las 9h, desayuno sin prisas y nos decidimos a conocer Wat Pho y Wat Arun. A estas alturas ya llevamos unos cuantos templos pero las visitas superan cualquiera de nuestras espectativas. Resultan dos templos bellísimos, recargados pero elegantes, señoriales, diferentes a todo lo que conocíamos. Wat Pho se caracteriza por tener el Buda reclinado más grande del mundo pero su entorno no desmerece en ningún momento. Y para llegar a Wat Arun atravesamos el transitado río que anuncia el final del verano (Chao Phraya), un chist...
Aquí us dejo una fotografía con la que os saludamos, venerados lectores, a lo Thai, este saludo se utiliza frecuentemente por estos lares al mismo tiempo que se inclina el cuerpo ligeramente y se esboza una sonrisa...
Embarcamos de nuevo para llegar al Mercado de las Flores. Como ya sabéis, ávidos lectores, en este país la fotografía del Rey y los Budas son muy obicuos, estas representaciones suelen acompañarse de flores (también están presentes en otros menesteres decorativos), por lo tanto la dimensión del comercio de este producto local, natural y aromático tiene gran importancia. Junto a este mercado se encuentra el Mercado de alimentación, ambos ocupan muchas islas de edificios contiguos por lo que su dimensión es descomunal.
Nos gusta tanto el de flores que nos agenciamos una bella ristra que colgamos en nuestra mochila.
Siguiente visita, Baiyoke Tower, el hotel más alto de Tailandia. Se necesitaría un castell de 184 pisos para alcanzar su altura. Los Castellers de Cornellà todavía no estamos preparados para tal gesta pero no hay nada imposible... Subimos a la planta 76, por 20€/persona podemos satisfacer nuestras necesidades caloríficas y disfrutar de unas vistas espectaculares.
Volvemos al hotel en otro tuk tuk mientras observamos otras peculiaridades antropológicas como, por ejemplo, la uniformidad en la indumentaria estudiantil.
En este país debe haber algunas profesiones de riesgo, una muy mediática es la de rescatador de animales tal como ejerce Frank de la Jungla pero hay otro también que no debe ser de menor complejidad y peligrosidad y es el de electricista de las líneas aéreas que pasan por las ciudades, os dejo una foto para que valoréis vosotros mismos...
A veces no nos damos cuenta de los progresos que tenemos en nuestro país, en la que, por ejemplo, la mayoría de electrificación está bajo tierra.
Otro aspecto importante para nuestra sociedad es la accesibilidad casi universal, intentamos que los sectores más desfavorecidos estén integrados en una vida normal y lo digo porque creo que transitar en silla de ruedas por estas calles tiene que ser un deporte de riesgo a causa de la presencia extensa de bordillos sin pendientes y el tráfico agresivo que impide atravesar pasos de cebra sin semáforos ni respeto a las señales ni a los viandantes.
Una cosa que me ha hecho mucha gracia es la cursi tonalidad de algunos taxis locales.
Un par de días atrás vimos un conductor de tuk tuk que mientras conducía iba viendo un combate de Muay thai, deporte nacional parecido al boxeo que se lucha también con piernas, codos...
Nuestra visita a Bangkok la damos por completada y decidimos hacer una tarde tranquila, masaje, gimnasio (Mar y yo), piscina y comida en la habitación después de pasar por un supermercado.
Fins demà!