agosto 5, 2019

Bled

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Salimos más tarde de las 9h por una carretera que surca por el fondo del valle, con las nubes perezosas observándonos, los campos de maíz poliédricos, las casas grandes de techos oscuros de dos aguas y paredes enyesadas de color claro y las montañas que nos envuelven. Todo ello muy ordenado, pulcro y bello.

Desde que entramos en Eslovenia estamos escuchando diversas emisoras radiofónicas. No se diferencian en casi nada respecto a la música que escuchamos por nuestros lares. Mucha música "english" pero lo que más nos sorprende es que se oyen reiteradamente canciones "spanish", Yankee Dandee, Álvaro Soler, Farruco, Shakira... y muy pocas eslovenas.

Un elemento muy presente en estos valles son los secaderos verticales y estrechos de maderas espaciadas y un pequeño tejado donde suelen colgar el heno de las traviesas o apilar la leña para las épocas frías.

A pocos km, en Selca, cogemos un desvio hacia Lajše. Más que una carretera es un camino asfaltado de solo un carril que zigzaguea entre las pocas casas que intentan, sin mucho éxito, formar poblaciones. Por suerte no es muy transitado. En seguida va cogiendo altura proporcionando una prespectiva de los valles circundantes sencillamente sensacional. Verde claro de los campos, verde oscuro de los bosques, iglesias que parecen pinchar el cielo, naturaleza madura, compleja, húmeda... que nos sorprende gratamente y nos da sosiego.

En Lajse coincidimos con las campanadas de una iglesia mientras los filegreses acuden a la llamada de la plegaria matutina.

Seguimos por una nueva carretera de montaña que pasa por Jamnik. Árboles que tapan casi toda la luz solar, un bosque espectacular.

Seguramente, ya debéis saber por mi afición a introducir especies de la biodiversidad que visitamos, aquí os dejo algunas que también podemos ver en nuestro entorno nativo como por ejemplo la chinche roja (Pyrrhocoris apterus)...

..o la flor de la achicoria (Cichorium intybus)

Hemos ido viendo muchos ciclistas y, a diferencia de las que podemos ver por nuestra tierra, con gran proporción del sexo femenino.

Llegamos en Bled pero como hay caravana para entrar, cambiamos el orden de visita y comenzamos por Vintgar una garganta del río Radovna.

Nos recibe la cascada de Sum...

El agua es transparente, prístina y caudalosa que permite ver truchas o patos zambulléndose

Todo el recorrido es de gran belleza con un camino estrecho y bien cuidado con pasarelas, puentes... aunque gran afluencia de visitantes.

Llegamos al otro extremo del recorrido, unos bebidas refrescantes y probamos el pastel Gorje, típico de la zona, de nata, crema y milhojas. Güenísimo!

La vuelta resulta un poco más tranquila pues ya es hora de comer.

Una babosa común o Arion ater.

Un gran grupo de bebés del chinche de la malva arborea o Pyrrocoris apterus.

Y una oruga de la que desconozco el nombre...

Un bañito en el lago Bled, de origen glacial aunque comprobamos que las aguas no son muy frías... al fondo, el castillo y la iglesia de Bled y los Alpes Julianos.

Un paseo en góndola hasta la iglesia de Santa Asuncion y sus 100 escalones

Subimos al castillo de Bled para ver la excepcional perspectiva.

Vuelta al apartamento y, en esta ocasión, nos deparamos una buena y fresca cena en la terraza del mismo hospedaje. Producto local, carnes gustosas, sopa (para delicia de Mar) y puré riquísimos, cerveza artesana y suave, rollo de queso autóctono...

Velada organizativa ya que hemos tenido que cambiar, por cuestión perceptiva, el hotel de Rijeka y planear la visita de mañana a la zona noroeste eslovena.

Hasta ahora la temperatura ambiental es ideal... esperemos que los próximos días continúe...

Good night!!!

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