Yellowstone (2)

Jueves 11 de agosto de 2016

Nos ponemos en marcha a la hora habitual (entre 8 y 9 de la mañana) con muchas ganas de seguir sintiendo (con todos los sentidos) Yellowstone. Dejamos Lake Lodge y seguimos dirección Norte recorriendo el inmenso (como comenta Mercè, 3 veces la superficie de Catalunya) e interesantísimo parque.

Empezamos fuerte, empezamos a ver un bisonte, dos… una manada al lado del río… otra cruzando la carretera. Maravilloso!. Os dejo fotos, nos hubiésemos pasado horas mirándolos.

En este diario que estoy haciendo faltaría que os transmitiese algunos de los sonidos que nos están acompañando de este viaje, os pondré algunos ejemplos:

- Los cuervos, esos graznidos un tanto hilarantes. Estas aves nos han acompañado desde el principio

- Los pequeños saltamontes, han aparecido un poco más tarde pero también son muy frecuentes. No los ves cuando pasas al lado pero cuando echan a volar hacen un traqueteo parecido al que hace una piedrecita incrustada en el neumático… tac, tac, tac…

- Los bisontes, que sonido más bestial, ronco, profundo, que llena el paisaje

- El crujir de los árboles cuando hay ráfagas de aire

- El borboteo de los géiseres

- O simplemente el silencio, la ausencia de ruidos que a los urbanitas nos resulta tan extraño y que aquí es tan frecuente a pesar de que hay mucho vehículo y mucho turista

Y tratando otro aparato sensorial, nuestra pituitaria, no podemos dejar de mencionar que desde ayer nos acompaña el olor a sulfhídrico (o huevos podridos) en los géiseres que frecuentan en todo el parque. No se da con demasiada frecuencia ni intensidad y, por lo tanto, podemos decir que es un aspecto gaseoso tolerable. Junto con esta pequeña molestia, en los géiseres también podemos notar calor y humedad cuando el humo o el agua se proyecta con una altura considerable, cosa que se da en la menor cantidad de estos fenómenos naturales que, por ejemplo, sólo se dan en Islandia respecto a todo el territorio europeo. Os dejo foto de Mud Volcano, primera parada olorosa del día.

Todos los puntos interesantes están muy bien señalizados, con senderos delimitados y bien habilitados.

Nuevos bisontes, o búfalos, como prefiráis, en el aparcamiento de Mud Vulcano, en seguida vienen Rangers y policía dando consignas para evitar incidentes. Qué rápidos!

Justo al lado un cartel avisando de los peligros que pueden ocasionar estos, a primera vista, dóciles animales.

Yellowstone tiene una enorme cantidad de paisajes diferentes, algunos exuberantes, otros más paupérrimos como los restos de caldera grises de géiseres o las zonas donde se concentran gran cantidad de árboles secos caídos. Estos árboles se encuentran así por diferentes razones; algún incendio (hubo uno muy grande en 1991), acumulaciones o aludes de nieve (durante la mayor parte del año el parque está cubierto de este elemento), o sencillamente como consecuencia de la biología de estos seres.

Seguimos ruta por parajes más verdes.

Estar en este parque te sientes como si el tiempo no hubiera pasado por aquí, ¿era así gran parte de la Tierra hace miles de años? Pues, ¡como hemos cambiado tanto la fisonomía terráquea en tan poco tiempo geológico!

Paramos en una de las cascadas (gran cañón del río Yellowstone) que frecuentan este parque, impresionante el caudal y el entorno a pesar que el primer mirador quede lejos.

Muy cerca, nueva cascada del mismo río pero aguas arriba:

Al comienzo del paseo, nueva advertencia de la presencia del oso, aunque nosotros seguimos sin verlos...

Durante todo el viaje estamos encontrando mucho asiático (japonés, chino...?), francés, indio... En las cascadas vemos un grupo de Amish con sus atuendos de algunos siglos atrás. 

Nos sorprende ver muchas familias (norteamericanas) con 3, 4 o 5 vástagos.

Siguiendo hacia el norte del parque vemos un corral (de caballos), nos entran unas ganas locas de montar pero no nos van bien los horarios, oh! aunque nos dice que puede ser que en otro corral de Torre Roosevelt si tengan disponible. Pero en Torre Roosevelt, a pesar de decirles que somos avezados amazonas (je je), no nos dejan subir porque todas las personas que monten a caballo tienen que entender perfectamente inglés (!). Norma del parque. Pillamos cabreo pero las normas son las normas.

Hacemos un picnic con viento, cuervo incluido y nuevas advertencias sobre los osos.

Por la tarde vamos a ver la Tower Fall (nueva cascada) desde donde se divisan columnas basálticas de erupciones volcánicas prehistóricas. Vemos una gran águila pescadora de cabeza blanca (insignia de este país). Visitamos la tienda cercana donde compramos algunos recuerdos.

La última gran parad del día la efectuamos en Mamoth Hot Springs, un lugar que el agua termal ha convertido en terrazas de tonalidades diferentes, un nuevo lugar peculiar, interesante. Antes visitamos el Visitor Center, muy interesantes y didácticas las exposiciones que tiene de historia del parque y de fauna (disecada).

Llevamos dos días sin, apenas, aire acondicionado ni música en el coche ya que la temperatura por el día es muy agradable aunque tienes que ir con una sudadera por si acaso y por que la música y otras artes la ponen los parques naturales que estamos atravesando.

Justo antes de llegar al motel, ungulados cerca de la carretera. De hecho, otra madre con dos pequeños también estaban en el patio del motel...

Dormimos en Gardiner, menos mal que hay un market en condiciones (¡no lo hay en todo Yellowstone!).

Otro gran día pasó.

Good Night!