Nos levantamos pronto (Joan Pere y David) para ir a recoger la furgoneta mientras los demás aprovechan un poco más la horizontalidad reponedora aunque en seguida se ponen a recoger y a preparar la comida (arroz, huevos...).
En el autobús vemos muchos campos fútbol y Rugbi con un césped que cualquier club de nuestras latitudes desearía tener.
Después de 40 minutos esperando al lado del Yellow Submarine del John Lennon Airport nos recoge el trabajador de Greenmotion para ir a sus dependencias donde supuestamente debíamos recoger la furgoneta para 9 personas. No existe tal artefacto! Después de hablar con Rentalcars.com (con quiénes habíamos subscrito el contrato) nos comunican que la única posibilidad es disponer de dos vehículos más pequeños con los mismos costes (incluyendo el sufragio de gastos extras). Los viajes tienen estas cosas, imprevistos que hay que asumirlos sin demasiada dilación. Aceptamos y pa'lante!
A las 11h, aprox., emprendemos la travesía por la campiña anglosajona caracterizada por prados de gramíneas amarillentos (la excepción al verdor casi omnipresente), bosques aparcelados y colinas (que no montañas). Autopistas sin peaje aunque bastantes zonas con obras. Qué extraño y tenso es conducir por estas tierras. Al conducir por la izquierda, todas las maniobras se tienen que hacer con mucho cuidado.
Considero que las dos ciudades, que por ahora hemos visitado, nos han ofrecido una imagen un tanto gris (por los pavimentos, la atmósfera, la gente...), y un poco sucia.
Se nos hace un poco tarde, así que comemos lo que tenemos a mano, chuches, galletas... Pero cuando llegamos a nuestra próxima y esperada parada, Alnwick Castle, no nos resistimos a incar el diente al jamón salamanquino que Ana nos ha traído.
A las 15,45h entramos en el castillo que tiene casi 1.000 años de barroca y burguesa historia pero que ahora se ha hecho mucho más famoso por ser el escenario e inspiración de la saga harrypottiense. Estas cosas tiene el turismo... Antes (y ahora) los poderosos transgiversaban la historia, ahora el turismo modifica ciudades y escenarios.
Una gran visita: castillo grande, espacioso, fotogénico, interiores muy cuidados y ricos, exteriores que engrandan la belleza de las almenas y torreones. Dentro del castillo se ofrecen referencias medievales mientras Harry Potter esta muy presente en las tiendas y en un minigolf muy curioso.
Seguimos hasta Edimburgo, hacia las 7h pm llegamos al albergue. Una paseo por las calles bulliciosas adyacentes. Qué ambientazo! Una cenita y a dormir...
Bye, bye
Sí, aquí pots comprar les esglésies! L'Alan en tenia una i era realment curiós; ara està mirant de comprar la Sagrada Família però no ens acaba d'agradar el barri...