Vuelta a casa, algunas conclusiones y la tropa.

Nos levantamos a las 3:45h ya que el vuelo a Toronto sale a las 7h.

Hay problemas con una cinta transportadora que nos retrasa 30 minutos la facturación. "Esto es Cuba".

El vuelo sale 10 minutos antes. Sobrevolamos la zona pantanosa de Florida, después una zona más montañosa que parece una piel arrugada y finalmente una extensa capa nubosa.

Tenemos que esperar 10 horas a la salida del vuelo a Barcelona así que con nuestro espíritu aventurero decidimos salir del aeropuerto y visitar esta gran ciudad canadiense.

Aquí ya ves que casi todo funciona, los servicios, el wifi omnipresente que me permitirá actualizar este blog agilmente, el taxímetro...

Que contraste! Todo está congelado. Hay restos de nieve por muchos lugares. Un frío intenso, cerca de 0° y, además, día ventoso. Nos ponemos todas las capas que tenemos.

El taxi nos deja en la CN Tower. Primera recomendación del compañero de asiento de Cris del vuelo anterior. ¡Acertada propuesta!

Vemos unas sinvergüenzas ardillas del tamaño de conejos al pie de la Torre.

Hemos tenido suerte, visibilidad con excelente claridad (hasta 100km). Hace un dia soleado. Mañana pronostican 10cm de nieve.

Se ve toda la ciudad (ya sabeis el chiste, Torontoentero). Ya lo decía la cancion, "Torontotón torontontero, por el camino yo me entretengo" o la versión más bilabial manoloescobariana: "Porrompompón porrompopero".

Estamos rodeados de rascacielos de 40 o 50 pisos pero sólo alcanzan la mitad de "nuestra" altura, el puerto, un aeropuerto cercano, el inmenso lago Ontario...

Desde el mirador puedes observar vertiginosamente por el suelo de cristal como las personas parecen insignificantes puntitos.

Se puede salir al exterior. Hace -2°. Lo hacemos pero sólo unos microsegundos, no hace falta tentar al diablo en forma de gripe.

Vamos a dar un paseo pero en seguida nos duelen las orejas, la nariz, los pies... no aguantamos y nos agenciamos unos gorros. Recuerdo que habíamos ido en pantalón corto los 11 días anteriores.

Paseamos por la Union Station, Yonge Street...

Comemos en el "Leña" a la altura de Richmond Street. Muy buena comida de diferentes estilos latinos, clientes y lavabos distinguidos.

Y comienza a nevar!!! Nos levantamos, hacemos fotos... ante la estupefacción de los aguerridos torontonianos.

Visitamos la plaza de patinaje de Nathan Phillips Square.

Nos llama la atención que hemos visto más mendigos que en toda Cuba. Se sientan sobre rejillas donde sale algo de aire caliente.

No hay muchas personas por la calle. Si abundan las zonas comerciales en interiores de los grandes edificios en enormes pasillos.

Nos topamos, para, especialmente, regocijo de Noa, con la librería Indigo. Una gran actividad humana en su interior.

El breve recorrido ha dado mucho de sí...

Pero volvamos al país que visitamos antes de este paréntesis canadiense: Cuba.

Viajar por este país caribeño ha sido una grandísima oportunidad de conocer muchas y buenas personas, paisajes sensacionales y una idiosincracia patriótica única en el mundo.

En el inicio de nuestras conversaciones con muchas personas que nos hemos encontrado te decían (sin necesidad de habérselo preguntado) que no se puede hablar de "ciertas cosas". Más de uno y de dos nos confesaron que quien habla, puede "desaparecer". Pero a renglón seguido te explicaban su opinión al respecto y añadían las numerables dificultades que se encuentran a diario. No pueden pero tienen la necesidad de hacerlo.

Viven continuamente presionados por las duras condiciones y aleccionados por la clase dirigente que lo justifica todo aunque sea un poco absurdamente, como, por ejemplo, la falta de huevos acontecida recientemente por el ciclón que pasó por la isla hace casi dos años.

Todos pueden acceder a una enseñanza buena y completa hasta la Universidad pero después, cuando ejerzan, o bien cobrarán en ceupés un sueldo básico del estado o bien les recaudarán un porcentaje muy alto de sus ingresos.

Una de las fuentes principales de ingresos son los turistas. Clientes que pagan en ceucés (recuerdo que vale 25 ceupés). A veces una propina de un sólo guiri puede representar un salario mensual. Eso convierte al maletero de un hotel o el camarero de un restaurante en personas con grandes ingresos y puede desmotivar trabajar para el estado como gerente de un hotel o médico. Como dicen por aquí: "el embudo está al revés" y puede representar falta de gestión efectiva en los servicios oficiales.

Al tener esos sueldos tan bajos se intensifica el trafiqueo; casi todo es negocio. En las entrevistas de trabajo lo primero que preguntan es cuanto se puede ganar en "extras".

Las personas tenemos un sinfín de experiencias pero en nuestro recuerdo se quedan normalmente las más emotivas. A mi una de las que me permanece imborrable es la última escena de la película "Lengua de mariposas". Cuando al gran Fernando Fernán Gómez se lo llevaban preso los ejecutores del régimen franquista y un alumno suyo gritaba detrás del vehículo donde iba su profesor la palabra "espiritrompa". En ese momento el chico estaba indignado, quería gritar su tristeza y se le ocurrió esa palabra sin recordar muy bien su significado.

Creo que a los cubanos de ahora les pasa un poco eso. Hablar de Revolución es como de espiritrompa. A pesar que el gobierno intenta mantener la esencia original, gran parte de la población no lo entiende, la misma que quiere grandes cambios y al contrario que un pequeño sector ya anciano que no tenían nada y la Revolución les trajo una vida digna.

También consideró muy absurdo el embargo de EEUU sobre esta isla. Estoy convencido que sin esas leyes, Cuba se abriría más rápidamente al mundo y su gobierno se iría adaptando. Lo mismo que ha pasado con China. Eso sí, Cuba podría perder su esencia actual, tal como ha pasado en todos los sitios que el turismo se ha sobrepasado. Como ejemplo, Barcelona.

Pero, en definitiva, ¿los cubanos son más o menos felices que en otros países? ¿más pobres? ¿con mejor sanidad? ¿con mejor educación? ¿hasta qué punto se toman decisiones para todo el pueblo?... sería muy pretencioso por mi parte categorizar al respecto. En global, reitero, me ha parecido un país y una gente extraordinarios.

Lo que si considero que es un poco diferente de países similares es que puedes transitar tranquilamente por doquier a cualquier hora sin temer a ser violentado. Eso sí, siempre tienes que estar atento a su inventiva para sacarte algunos ceucés más. Se paga por todo y Cuba no es un país barato.

Cambiamos de tema. Qué entretenimientos tienen por aquí: destacan las novelas brasileñas televisadas. Parecen ser que causan furor y una cierta dependencia. Como el "Sálvame" para las personas mayores de nuestra tierra o el fútbol para los del sexo masculino. Supongo que las limitaciones en más canales o redes contribuye a ello.

Respecto a la música. Cris, Valen y un servidor somos fieles seguidores de Silvio Rodríguez o Pablo Milanés. Bien poco los hemos escuchado. A todas horas y en todos los lugares se escucha reggaeton. Parece que no exista ninguna otra música.

Un aspecto destacado en el atractivo turístico de Cuba es la antigua flota de vehículos. Es sencillamente fantástica. Es un museo funcional y vivo.

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Las marcas clásicas más habituales son rusas (Lada, Moscovich...) o americanas (Ford, Dodge, Chevrolet, Oldsmovile...).

A este parque se le van añadiendo los vehículos que adquiere el gobierno para, por ejemplo, taxis de marcas variadas: Skoda, Peugeot...

Para el transporte colectivo se están comprando muchos autocares chinos. De la misma procedencia son las motos eléctricas que están, afortunadamente, invadiendo las calles. Parece ser que hay una población creciente de ese gran país en la logística isleña de estos productos.

Y vamos con la tropa que hemos formado la delegación hispanobrasileña:

Valentín, ¡qué grande eres! Tienes un don de gente que no he encontrado en nadie. Al segundo conquistas a la persona que se te cruza, pero, perdona porque de este viaje te vamos a recordar por el momento que nos explicaste la despedida de tu tortuga días antes de este viaje, cuando imitaste su cara impertérrita y, al mismo tiempo, sonriente. Nos tronchamos. Te quero irmão!

Tricia, es dificil reunir 3 características: ser toda una princesa, tener mucho sentido común y reir contagiosa y contínuamente. Es un plaer compartir contigo tan buenos momentos aunque, eso sí, seas un poco marmotilla.

Noa, ¡como creces en todos los aspectos! Sigues con tu capacidad de leerte "El Señor de los Anillos" entero aunque a tu alrededor el mundo se agite constantemente. Como has disfrutado con algunas de las actividades que hemos hecho. Es un satisfacción muy grande verte sonreir de esa manera tan bella.

Mar, creo que mamá y yo nos equivocamos de nombre. ¡Eres un sol! por donde vas iluminas con tu cariño y tu entrega. Además te estás volviendo una filósofa con frases tan profundas como "si me lo como me lo habré comido" o "mirando a la nada y pensando en todo".

Cris, amor, perdona por dejarte sola en la organizacion de las maletas y otras infraestructuras ligeras. Sabéis el chiste: "Papá, donde está América, no lo sé, pregúntale a mamá es que quién lo guarda todo" pues la Cris había guardado todos los continentes. Eso sí, cariñito, no es necesario hablar de todas las cositas con diminutivos. Las niñitas ya no son tan pequeñitas. A medida que iba pasando el viaje augmentabas con una habilidad totalmente inusual la concentración de esos sufijos en una frase. Y lo peor es que ha sido contagioso... otro momentazo lo tuviste con un cambio de nombre (Dalsy por Sandy), en Cuba hay nombres muy originales pero ponerle el nombre de un medicamento es un poco excesivo, no?

Y por último, un servidor, con mis ronquidos, con mi ansia por acabar los platos, los míos y los de los demás (creo que me he engordado un poco). Eso sí hice una cosa buena, antes del viaje me bajé un mapa que funciona sin conexión, sólo con GPS y que ha resultado de gran ayuda en algunos momentos.

Pues hasta aquí nuestra gran aventura.

"Aquí se queda la clara la entrañable transparencia de tu querida presencia comandante "Che" Guevara..."

Aquí te quedas, Cuba con tus virtudes, tu señorío, tus carencias... Una gran experiencia con momentos inoblidables. Hasta la victoria siempre, ciudadanos del mundo!