agosto 16, 2019

De Vižinada a Aosta

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8,30h, café con los amos de la casa, hoy se ha añadido el hijo de Dušan. Nos ofrecen unas crepes de nutella y de mermelada de albaricoque casera.

Nos despedimos de estos encantadores anfitriones. Geniales.

Las últimas agradables carreterillas con los laterales verdes recortados...

Hoy haremos casi 700km, Joan Pere conducirá 4 horas y yo 2,30h después de la parada para comer.

Haremos dos cambios de fronteras, en 40 km ya nos plantamos en Eslovenia después de un par de caravanas, una por el lento peaje (los turistas aprovechan para deshacerse de las últimas monedas) y otra por la aduana eslovena.

Salimos de Vižinada sin casi diésel pero no encontramos gasolinera. Después de un poco de suspense podemos rellenar depósito en Lucia (Eslovenia). Qué sufrir!

Eslovenia sólo tiene 47km de costa que atravesamos ágilmente.

Llegamos a Italia a través de una frontera inexistente.

El primer pueblo es Triestre (Trst en esloveno: sin vocales!) sólo vemos la periferia con una serie de edificios feos estropeando los valles que llegan al mar y muchos cipreses en fincas particulares.

Unos cuantos túneles y puentes y enlazamos con la autopista que no dejaremos hasta Aosta.

Autopista muy rectilínea y aburrida, con los puentes numerados y con altas montañas lejanas a mano derecha...

Unas fincas vinícolas...

Cuando entramos a pie de los Alpes, todo empieza cambiar, piedra oscura pizarrosa, castillos, bosques...

Aosta, una ciudad fundada en el 25 a.C. es el centro de un valle rodeado por montañas de más de 4000 como los míticos Cervino o Montblanc y lleno de atractivos turísticos.

Nos instalamos en el Hostal Montellac. Correcto. Nos acicalamos y damos un paseo vespertino para conocer esta interesante y romana ciudad.

Coincidimos con unos tambores caseros y familiares.

Una ciudad con sus recovecos...

Sus monumentos...

Sus turistas...

Alguna estatua hecha de un hermoso tronco de castaño...

Un aspecto curioso que hemos visto en varios pueblos de todo el recorrido es la exposición pública de las esquelas...

Una cenita en una trattoria y a nuestras habitaciones a descansar.

Bona nit!

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