Lunes 22 y martes 23 de agosto
Nos vamos del hotel de Mammoth Lake, bueno y barato porque está fuera de la temporada de esquí. Dejamos este valle pero no del todo las montañas ya que transitamos por una autopista paralela a Sierra Nevada, si, como la de "nuestra" Andalucía. Vamos por un valle limitado a mano derecha por las altas montañas de la parte sur de esta larga sierra donde se concentran algunos picos de altura similar a la del Montblanc como el Mont Mckinley de más de 4.400 m. Resulta un paisaje de gran belleza y grandes contrastes.
Ya no veremos más grandes montañas en este viaje. Empezamos a decir que muchas cosas son las últimas que haremos o veremos. Albiramos el final de esta magnífica ruta pero no estamos nada tristes, saber que mañana estaremos en Nueva York nos insufla una gran ilusión.
Nos dirigimos al objetivo del día: Death Valley o Valle de la Muerte, el lugar más árido (llueve 4 cm3 al año de media), caliente (57ºC) y profundo (87 m por debajo del nivel del mar) de EEUU. A este lugar vienes con un cierto pavor, su nombre no incita nada bueno y es un espacio muy grande sin casi ninguna estructura poblacional, a donde tienes que venir con suficiente agua y gasolina y esperar que no tengas ningún incidente.
Entramos en Death Valley pero ya llevábamos muchísimos kilómetros en los que no se veían ni vehículos, ni edificios ni ná de ná. Pero los paisajes que vamos viendo tienen su cosa, cautivan… Espejismos, carreteras ondulantes, larguísimas rectas… algunos setos, tierras de diferentes formas y tonalidades…
De gasolina vamos un poco justo para atravesar todo el valle. Por suerte en Panamint Valley hay un surtidor con la gasolina pero a un precio doblado al normal.
Primera gran parada del día: Mesquite Dunes, por un momento te teletransportas al desierto africano del Sahara. Una maravilla.
Todas las paradas (para hacer una foto u otros menesteres) son un poco traumáticas ya que el calor exterior es intenso (hasta 44ºC) y la sequedad y la escasez de viento aumentan la sensación de agobio.
Paramos en Furnace Creek para tomar algo, las niñas "penne pasta" y yo un "turkey sándwich". Nos sirve para respirar un poco. Pero atención este lugar es un minicomplejo turístico en el que no falta un símbolo de la esquizofrenia estadounidense: un campo de golf! La madre que los parió!
Por el contrario me deleito con un par de máquinas antiguas, preciosas, que te trasladan al viejo Oeste en centésimas de segundo! Es habitual en muchos edificios oficiales, gasolineras u otros puntos de interés tener elementos antiguos como exposición.
Paramos en Zapriski, un lugar impresionante, bello pero en el que nos cuesta respirar, hacemos las fotos y volvemos rápido al coche en el que dejamos el aire acondicionado puesto y a la Noa: (con voz pijilla) es que me da palo!
Seguimos algunos kilómetros de más (que grande que es esto!). A pesar de nuestros temores, el coche mantiene bien una buena temperatura. Salimos del valle no sin dejar de ver estampas curiosas.
En el cálculo de gasolina no hemos estado finos, ponemos 10$ más y nos acercamos a Las Vegas, aunque el paisaje no ha diferido mucho respecto a Death Valley, ya que como sabéis, Las Vegas sigue estando en un desierto, concretamente cuando llegamos hace casi 40ºC.
Al hotel llegamos dando un poco de vueltas ya que no hago mucho caso al GPS… El hotel es sencillo pero tiene recepcionista hispanoparlante, piscina, jacuzzi (nos sorprende lo habitual que es este elemento en los diferentes alojamientos que hemos estado), microondas, nevera, cama "king size" pero sin wifi. No pasa nada, sólo es un día.
Un bañito en la piscina y vamos a dar un paseo por Las Vegas pero nada más salir unos negros nubarrones y unos brillantes rayos nos disuaden de ir andando. Damos el paseo en coche, Las Vegas de noche tiene un aspecto muy diferente, mucha luz, mucho turista y mucha actividad pero sólo en el boulevard que atraviesa Las Vegas, ésta es la única calle con ambiente. Si sales de ella sólo coches y edificios.
Por suerte solo caen gotas, así que aparcamos y seguimos paseando. Vemos el hotel-castillo, la torre Eiffel… visitamos algunos comercios… y nos acercamos a las fuentes del Hotel Bellagio. A partir de les 20h cada 15 minutos las fuentes bailan al compás de diferentes canciones. Un espectáculo sugerente, curioso. Hemos completado la visión que teníamos de Las Vegas, 22 días después. Vamos al hotel que mañana nos despertamos pronto.
En este hotel no encendemos la tele, como dice Noa: se acabaron las olimpiadas, por lo tanto, no hace falta encenderla. Las cadenas deportivas volverán a sus deportes favoritos (baloncesto, béisbol y futbol americano).
Noa y Mar se han portado supermegahiperbien en todo el trayecto en coche. Después de 7.000 km y un futimen de horas en el coche… Sólo podemos que felicitarlas ya que el trayecto tiene también su aspecto soporífero.
Uno de los entretenimientos para pasarlas las horas de la Mar es hacer sopa de letras, como se le acabó a mitad de viaje las que llevaba se compró unas en inglés que han cubierto su objetivo.
El 23 de agosto, nos levantamos a las 6,10h, dejamos lo que nos queda de lavavajillas, el aceite de oliva, la garrafa de agua… ya que no puedes llevarlo en el equipaje de mano y/o te puede armar una buena si se espachurran dentro de cualquier maleta.
Vamos al Rental Car Return para devolver el coche. Suerte que el día anterior dejamos todo preparado y recogido, van por faena. En seguida ya estamos cogiendo el trenecito que nos lleva a la terminal 3 del Macarran Airpot y facturando las maletas con un sistema medio automatizado y multidirigido (al mismo tiempo nos están dando ordenes 3 personas diferentes). Es un sistema un poco estresante pero muy efectivo.
El avión de United con azafat@s fuera de estereotipos (chinito, gordita y madurita), bravo por ellos! y con todo de pago (comida, wifi y pantalla de entretenimiento). Después de casi 5 horas y 3.500km, adelantamos 3 horas el reloj y ya estamos en Nueva York!!!
Upss...ara he vist que no s'havia gravat el comentari que he penjat aquest matí😱...i com que no vull baixar el llistó, el torno a penjar😝
Deia que la carretera ondulada és una passaaaaaaada! I que la diversitat de paisatges que heu vist són tant impressionats com inoblidabes!
Ara us queda la cirereta de New York...a gaudir!