diciembre 26, 2022

Llegada a Jordania

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Preparados, listos…. y ya estamos en otro aeropuerto. Si, lo nuestro es un vicio… qué le vamos a hacer… en esta ocasión… nos vamos a Jordania!

Nos disponemos a viajar a un país cuna de diferentes civilizaciones y religiones. Viajamos de tarde-noche.

Llegamos a las 4 de la mañana al aeropuerto Queen Alia, nombre de la cuarta esposa de Hussein (héroe de la independencia respecto al imperio otomano) que estuvo 47 años governando. Un hijo de su segundo matrimonio, Abdulá II, es el actual rey y Rania la reina. En este país son pieza clave del gobierno, no como en nuestro estado donde son más cercanos al desgobierno.

Después de unos lentos trámites en el Aeropuerto con un guía jordano con aire despistado, nos recibe Naguás, guía hispanohablante. 40 minutos de autocar y llegamos al hotel Lastra de la capital Jordana, Amman.

Nos reciben unas plegarias árabes emitidas por los altavoces de los minaretes colindantes.

Jordania es un país lejano y exótico que se encuentra en el Oriente Medio, en Asia. Limita al norte con Siria, al este con Iraq y Arabia Saudí, al oeste con Israel y al sur con Arabia Saudí i el golfo de Aqaba. Con este entorno que ellos llaman el círculo de fuego, sorprende que Jordania sea un país pacifico y acogedor. Naguás opina que eso es así porque en Jordania no hay petróleo, pues yo creo que está en lo cierto.

Es un país casi por entero de interior ya que sólo posee 25 km, aprox, de costa, en los cuales se incluye el Mar Rojo y el Mar Muerto.

Todo está construido de piedra blanca con algunos tonos amarillentos o rosados del color de las rocas del desierto, producto local.

Nos duchamos y estiramos 50 minutos y otra vez al autocar. Debe ser la “noche” hotelera más desaprovechada que hemos hecho nunca pero no podemos retrasarnos pues nos espera una intensa jornada de visitas.

Impera una leve niebla por todo el recorrido. El paisaje es seco con poca vida, algunos árboles torcidos por el viento.

Vemos grandes plantaciones de olivos, algunas palmeras… Hay mucho comercio a pie de calle de forma ambulante, como, por ejemplo zumos naturales de naranjas o granadas.

También nos sorprenderá la gran cantidad de placas solares fotovoltaicas que hay en muchos tejados o en el suelo en el caso de las tiendas de los beduinos.

Alguna mujer “súperprotegida” por la ciudad…

En este país se habla árabe y viven 11 millones de personas, 7,5 oriundas y 3,5 emigrantes. Casi un 40% viven en Amman. Hay 85% de musulmanes y 15% de cristianos que viven en harmonía.

Hace 3 días ha habido inundaciones en Petra y tuvieron que evacuar 1.700 turistas, parece ser que está todo normalizado y la previsión climática es benévola.

Después de 30 minutos de autocar conducido por Jamil (que quiere decir bonito en árabe) llegamos a Madaba, antes Medea que quiere decir agua y fruta porque es una zona rica en ambos materias. En esta ciudad hay 60% musulmanes y 40% cristianos. Jamil es musulmán y Naguás cristiano.

En Madaba visitamos la Iglesia de San Jorge del siglo V, derruida y redescubierta en 1880, momento en que hubo que pedir permiso al Sultán turco para su reconstrucción.

A Madaba la llaman la ciudad de los mosaicos, fue una ciudad que rivalizó en importancia con Atenas y Roma.

Nos hace gracia ver las únicas “barbies” que se ven por aquí…

En la iglesia de St. George se encuentra el (primer) mapa de tierra santa realizado en el año 571 DC en un mosaico de su pavimento.

Continuaremos hacia el Monte Nebo, conocido como la tumba de Moisés y desde cuya cima hay un panorama magnífico del valle Jordano y desde donde, en días claros, puede verse Israel. El Monte Nebo es el legendario lugar donde Yahvé mostró a Moisés la Tierra Prometida tras 40 años de peregrinación por el desierto y cruzar el Mar Rojo.

Tiene una impresionante vista sobre el Valle del Jordán, el Mar Muerto, el desierto de Judea y la localidad de Jericó.

Actualmente este centro se encuentra regido por Franciscanos.

En el río jordano fue bautizado Jesucristo. Antes tenía 1.000m de ancho, ahora sólo 12m. Como dice Naguás, pasaremos de las guerras por el petróleo a las guerras por el agua.

En la iglesia hay unos magníficos mosaicos de hace 1.500 años.

Tiene un pequeño museo con algunas piezas con textos escritos en lenguas antiguas como el aremeo, idioma en el que hablaba Jesucristo. Y a su alrededor, restos de construcciones ancestrales.

Cogemos el autocar y descendemos por unas montañas desérticas donde sólo vemos algunas jaimas, algunas cabritas…

Empezamos a ver el Mar muerto desde arriba al cual nos aproximamos. Hasta ahora ha hecho un tiempo bastante fresco y, aún y así, nos han prometido que nos bañaremos en este mar. Esta masa de agua resulta ser el punto más bajo de altitud de la Tierra.

Hasta 1994 no existía ningún hotel rodeando este mar a causa del estado de guerra con Israel. Actualmente proliferan los hoteles operativos y en construcción.

El Mar Muerto está flanqueado al este por montañas y al oeste por las colinas de Jerusalén. Se cree que fue cuna de cinco ciudades bíblicas: Sodoma, Gomorra, Adama, Seboim y Segor. Son aguas cálidas y saladas (diez veces más sal que las del resto de los mares del mundo y ricas en sales clorhídricas -Mg, Na, K i Br, entre otros-) por lo que asegura una excelente flotabilidad y grandes beneficios para la salud.

Cada año baja un metro su nivel, se cree que en pocas décadas desaparecerá como ya lo están haciendo algunos otros mares. En este caso no habrá que lamentar la pérdida de mucha biodiversidad ya que en estas aguas, tal como indica su nombre, escasean.

A causa de este progresivo cambio los hoteles se van alejando de la línea de playa. Nos ponemos los bañadores y… a flotar con mucho cuidado no entre agua en los ojos o boca. Hace suficiente calor exterior y bastante alta temperatura hídrica para zambullirse. Es una sensación extraña, el agua te empuja hacia arriba. Cumplimos el ritual y a ducharse.

Bordeamos toda la hermosa costa del mar.

A la costa árida le sigue un huerta fértil.

Nos adentramos tierra adentro por un puerto empinado parecido a un paisaje marciano y con muy poco tránsito.

Hacemos una breve parada en el Castillo de Karak, lugar donde permanecieron protegidos los cruzados en los siglos XI-XII hasta que Saladino los hecho después de no dejarles salir en 8 meses de la fortificación. Foto y seguimos en ruta.

Seguimos camino mientras va oscureciendo. Hemos observado que muchas casas dejan los hierros de forjados para cuando tengan que hacerle la casa a los hijos…

Oteamos un parque eólico en el horizonte mientras Naguás nos seguirá explicando historias jordanas y religiosas con nombres y lugares famosos como Abraham, Lot, Herodes, Belén, Jerusalén… mientras la gran parte de la tripulación va cayendo en un sueño profundo…

En 70% del territorio jordano es desierto y el 70% del desierto contiene fosfato por lo que proliferan minas de este fertilizante por todo el país.

Nos acercamos al hotel Amra del Wadi Musa, ciudad que recoge agua que se dirigirá hacia Petra y que este hecho le sirvió a los romanos para envenenar el agua del que se alimentaban los nabateos que vivían en Petra y que les forzó a cambiar su capital a Siria.

Estamos hechos unas piltrafas somnolientas por los que nos tomamos una cenita en Elan Restaurant, buena comida jordana, falafel, humus, sawarma, sopitas… y a dormir.

Bona nit!

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2 Comentarios de “Llegada a Jordania”

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