Cambiamos de residencia nomadil, 1,30h de recorrido en autopista desde Zagreb hasta Plitvice y 30 minutos de carretera secundaria. En Croacia sigue imperando el color verde natural en sus diversos matizes aunque sin la exuberancia Eslovénica.
Por toda la campiña se diseminan casas con tejados rojos de teja entre colinas redondeadas y boscosas.
Como suele pasar la carretera comarcal da mayor información sobre el país.
Reiterados puesto de venta de queso de cabra y miel se suceden en el tramo final.
También se ven personas de edad avanzada en gran proporción, carretera parcheada y otras cosas descuidadas como los techos hundidos de muchas casas. Deducimos que pasa como en muchos otros países (o todos?). La población va alejándose de las zonas rurales. Actualmente ya vive mucha más gente en ciudades que fuera de ellas en todo el mundo y va creciendo.
A pesar de ello el paisaje sigue poseyendo encanto a raudales.
Cerca de nuestro destino encontramos un nido de cigüeñas con tres buenos ejemplares...
El "envoltorio" del vial por el que vamos se va llenando de naturaleza...
Tomamos un tentempié en un sencillo bar. Aquí parece que todo va al ralentí. Las personas parecen muy pausadas...
Llegamos a "nuestra" casa, Holiday Home Vukovic, nos parece extraordinariamente preciosa... enorme patio con césped, con su porche, 2 lavabos, microondas, todo muy cuidado, mucho silencio...
Decidimos montar en quads y buguis antes de comer. Experiencia adrerenalitícamente muy potente. Nos lo pasamos en grande.
Recorrido por los bosques cercanos. En algún momento coincidimos con la actividad de silvicultura. Grandes troncos transportados para hacer muebles u otros enseres.
No tenemos bastante, decidimos montar a caballo pero el sitio que nos recomiendan no está disponible hasta las 19,15h.
Hacemos tiempo tomando unas enormes pizzas y buena pasta, visitando el punto de información de los lagos Plitvice, tomando algún refresco, descubriendo el entorno...
Empezamos más tarde a cabalgar por que está lloviendo un poco pero va parando y podemos comenzar, el paseo es impresionante, entre un "bosque" de helechos, zarzamoras, hayas... en algunos momentos trotamos e incluso galapamos mientras se va haciendo de noche y la luna creciente nos saluda. Divertidísimo aunque un poco vertiginoso. Súper!
Volvemos a nuestra guarida, duchitas, cenita, jueguitos...
Antes de ir a dormir, un supersapo nos visita...
Bona nit tingueu i no us entretingueu!