agosto 7, 2024

Masai Mara 2a parte

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A las 3,30h ya estamos en pie.

Aunque no sea muy buena foto, aquí os dejo la instantánea de una pequeña salamanquesa con la cola restaurada. Gecko común doméstico.

Cualquier andanza a cualquier hora entre la zona central del campamento y las habitaciones la tenemos que hacer acompañado por algún masái ya que de lo contrario, te puedes encontrar en una situación peligrosa para tu integración física y apetitosa para cualquier depredador.

Mientras tomamos un café, los masái nos enseñan con la ayuda de linternas, como brillan los ojos de los hipopótamos cercanos sumergidos en el río.

Salimos a las 4:00h, en la noche profunda bajo un cielo superestrellado.

Hace frío pero llevamos (o no) suficientes capas para nuestra protección.

Por el camino se nos cruzan algunas pequeñas y saltarinas liebres y otros animales un poco más grandes que obturan el camino. Momentazo.

Nos sorprende la posición protectora de los adultos hacia los pequeños elefantes que van ocupando la parte interna del grupo.

Tenemos que cruzar un río de gran caudal y fuerza mediante un original y sostenible sistema. La barca va sujeta con una argolla a una gran maroma que une las dos riberas. Con la ayuda de la fuerza motriz humana, la barca atraviesa el curso del río en un muy breve espacio de tiempo.

Llegamos al lugar de salida de los globos con los que podremos ver, con perspectiva, esta inmensa reserva. Cada globo puede llevar 16 personas en una supercesta. Al mismo tiempo, levitarán 5 coloridas aeronaves. Vemos cómo los van llenando de aire caliente.

Nuestro piloto será Johan, un simpático sudafricano de Johannesburg. Nos da unas largas instrucciones haciendo hincapié en el protocolo del aterrizaje ya que es momento delicado del vuelo porque la cesta puede volcar y los ocupantes lesionar.

La cesta tiene 5 compartimentos, el central para Johan y 4 esquinazos para 4 personas cada uno. Tenemos el espacio justo pero suficiente.

Empieza a despegar el globo, a clarear el día y aumentar nuestra sensación de bienestar y felicidad al ver un paisaje inconmensurable de una forma tan extraordinaria.

Los movimientos en los viajes en globo son muy suaves e impera un silencio reconfortante, todo lo cual hace que nuestra placer sea extremo.

El sol está a punto de mostrarse en su esplendor.

Mientras se levantan las últimas nieblas de las arboledas.

Unas visiones internas de la cesta.

La combustión necesaria para calentar el aire interno a 80 grados nos proporciona una intensa calor y unos reflejos rojizos en nuestro rostros.

Esta perspectiva nos permite ver a mucha fauna (Kobs acuáticos) que nos mira con estupor.

Y unos búfalos.


Pasamos muy cerca de las copas de los árboles.

A la misma altura que los buitres encaramos a las copas de los árboles. African White-backed Vulture

Dormideros de garcetas bueyeras y otras aves.

Otras aves.

Tántalo africano.

La altura va oscilando ofreciendo diferentes perspectivas.

Sobre los meandros del río.

Todo el curso del Mara lo puebla una gran cantidad de hipopótamos.

Madres e hijos elefantes.

Algún cocodrilo.

Reflejo sobre el curso del Mara que da nombre a la reserva.

Pasamos a zonas más abiertas que facilita ver agrupaciones faunísticas terrestres.

Y los senderos que los animales transitan y entretejen.

Vamos descendiendo.

Todos tocamos tierra con la sensación de haber vivido unos momentos que quedan impregnados para siempre en nuestros recuerdos. Sencillamente brutal.


Exultantes, nos montamos en los 4x4 que están preparados al lado de nuestro aterrizaje.

Y vemos la fauna más de cerca.

Calao de tierra.

Jabirú.

Avestruz macho.

Elefantes que se nos cruzan.

Acaban de estar en el agua, los pequeños (que hay muchos) habrán tenido que estirarse para no ahogarse.

Paramos a desayunar a las 9h cerca del meandro del río donde nos entretienen una concurrida asamblea de hipopótamos, un encuentro de impalas macho, algunos cocodrilos y un azulado Estornino de Cúper.

Los hipopótamos tiene fama de ser los animales más peligrosos para las personas pero tienen otras características interesantes. Por ejemplo, tienen unos 90 sonidos silábicos y dentro de sus grupos intercambian los roles como, por ejemplo, la función de niñera/o.

Llegamos al Governor’ Camp. Un lugar impresionante en medio de la sabana que evoca películas o documentales.


Un poco de descanso y volvemos al Safari.

En esta zona hay muchos termiteros que son utilizados por los Topi machos para intentar seducir a alguna hembra con su silueta esbelta y su porte altanero.

En algunos momentos de los safaris, cuando los vehículos salían de los caminos notábamos un aroma dulzón, resultaba ser la albahaca local removida.

Una águila culebrera que acaba de pillar un entremés.

Hoy teníamos como objetivo ver leones pero durante el safari matutino la alternativa a un puente roto del camino nos disuadió, los conductores de la tarde fueron más atrevidos y se enfrentaron al reto de pasar por este espinado tramo donde era imposible que los bajos del 4x4 no tocaran tierra.


Este trance valió mucho la pena. Ya veréis…

Empieza el festival de leones. Nos encontramos con 2 jóvenes machos saciados que están hiperventilando y colapsados por el atracón que se acaban de dar a costa de un malogrado búfalo.

No pueden ni abrir los ojos del empache que tiene.

Vemos un par de chacales esperando su turno. Aquí un primer bello plano de uno de ellos.

Después nos topamos con dos juguetonas y tranquilas, pero más movidas, leonas hermanas.


Están confiadas.

Parece ser que también estuvieron en el banquete del búfalo, mirar los tonos rojizos de la dentadura y las moscas que eliminan restos de su rostro.

Sencillamente cautivadoras.

Y por último una familia de, aprox. 8 miembros que se esconden en unos arbustos pero de los que sólo podemos captar esta mala imagen.

Volvemos hacia al campamento.


Pero aún da tiempo para seguir contemplando más fauna como los esbeltos Impalas.

Mangostas ralladas.

Hiena adulta y hiena joven.

El simpático Mike y los 7 ocupantes. Cada vez que pillaba grandes baches (que se producía muy frecuentemente) se añadía a nuestra cantarina "uiuiui".

Llegando al Governors’ nos encontramos 6 jirafas en la hondonada que debe convertirse ocasionalmente en torrente.

Un dia sencillamente brutal.

El Governors’ tiene dos partes, el Private y el Main. Monica, Juan Carlos, Cris y yo dormíamos en el Main. Aunque era poco distancia siempre teníamos que ir en vehículo. En el caso de la noche, además del conductor venía con nosotros un Ranger con una gran arma.

El campamento está en medio del habitual tránsito de hipopótamos, por la mañana están en el agua y por la noche pastan. Lo comprobamos en el traslado para ir a dormir, nada más salir del Private, nos topamos con 2 Hipopótamos en el camino, también alguna liebre (aquí no hay conejos).

El día ha sido largo, estamos muy cansados así que empezamos a roncar antes de las 22h.

Fins demà!

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2 Comentarios de “Masai Mara 2a parte”

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