agosto 28, 2016

New York (y tomas falsas y créditos)

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Martes 23, miércoles 24, jueves 25, viernes 26 y mañana del sábado 27

El martes 23, justo antes de aterrizar nos sorprende la visión del "Skyline" de Manhattan desde la ventanilla del avión, una visión extraordinaria, empieza la excitación.

Cogemos un taxi, las personas de color (¡qué cursi! negros ¡claro!) que se encargan del servicio van a su ritmo, sin estresarse. Nos vamos dando cuenta de la gran dimensión que tiene esta urbe. En todos los recorridos que hemos hecho por EEUU no hemos pagado casi ningún peaje, desde el aeropuerto de Newark, el taxi pasa por tres. El último, el Túnel de Lincoln que pasa por debajo del río Hudson. Manhattan es una península a la que se accede por túneles o puentes desde sus límites este, oeste y sur.

La habitación del hotel tiene el espacio justito pero suficiente, nos tenemos que organizar bien debido a que acarreamos las 4 maletas (a diferencia del recorrido por el Este cuando dejábamos mucho equipaje en el coche). Cenamos en The Smith, Broadway Street, muy bien, comida elaborada diferente a lo que veníamos probando aunque para disgusto de Mar los macarrones estaban picantes. En EEUU no ha habido nunca una buena comida autóctona, por tanto, ha sido muy fácil que la presencia de otras nacionalidades con una tradición culinaria más enraizada les haya colonizado, sobre todo la cocina italiana, la mexicana y la asiática. En el caso de la mexicana y la asiática el picante es muy socorrido y parece que los norteamericanos la han tolerado (e incluso asumido) bastante bien. Por otro lado, en The Smith nos sentimos como en casa: todo el mundo grita mucho.

Primera foto neoyorquina.

Los primeros gastos (taxi, hotel, cena…) nos sirven para hacernos una idea que los precios en esta gran ciudad van en proporción al tamaño de sus edificios. Es una ciudad cara en todos los sentidos.

No estamos hospedados muy lejos del Empire State Building y como Noa está como loca por verlo, nos acercamos a preguntar cuándo y cómo se puede visitar. Se puede subir al mirador casi todo el día pero decidimos subir a la planta 86 al día siguiente, de día.

A pesar del cansancio acumulado (hemos adelantado 4 horas y ya son las 23h en New York) decidimos seguir paseando, subimos por la archiconocida quinta avenida, pasamos por delante de la Biblioteca Pública (allí donde se resguardan del frío extremo y empiezan a quemar libros para calentarse en la película "El día de mañana").

En general, como hemos ido diciendo, los diferentes paisajes de EEUU son muy vistos porque han sido escenarios utilizados en series, películas, noticias… pero el caso de New York todavía es más bestia, las referencias cinematográficas son continuas y destacadas.

Seguimos caminando porque a pocas manzanas se encuentra uno de los escenarios de Vanilla Sky con Tom Cruise y "la Puerta del Sol" americana: Times Square. Vaya ambientazo! A pesar que la contaminación lumínica supera todos los índices no podemos dejar de mirar (y en algunos casos admirar) para todos los lados, gente de todo el espectro humano (musulmanes no tanto, suponemos que los recuerdos del 11 de septiembre los mantienen a raya) se entremezclan de forma agitada, convulsa pero al mismo tiempo se transpira tranquilidad y buen rollo. En este pequeño espacio puede pasar de todo, unos pilotos que queman ruedas, novios haciéndose fotos, pesados personajes que se ganan la vida engatusando turistas para completar sus álbumes de fotos, parlanchines religiosos, estafadores, vendedores de entradas de Broadway… De entre estos personales me han resultado más llamativos (y ridículos) los chicos y chicas que sólo van con bragas o calzoncillos y algunas referencias tópicas de EEUU (bandera americana, sombrero cowboy…) esperando ganarse la vida ilustrando las fotos de algunas de las personas que pasan por ahí. Supongo que deben ganar bastante, porque si no…

Hace más de 20 años visité New York. Como ha cambiado desde que estuve por aquí! Times Square se ha transformado, todavía más, en un centro neurálgico de la ciudad. Ahora la mayor parte de esta plaza es peatonal y sigue transformándose.

De hecho, toda la ciudad sigue progresando, se ven grúas, vallas, armillas reflectantes, andamios por todos los barrios. Donde había pisos bajitos (nada, de 10 o 20 pisos…) se construyen bloques de 50-60-70… Cambia la fisonomía pero también ¡ha cambiado tanto la ciudad y el mundo después de los ataques del 11 de septiembre!, el aumento masivo del turismo, el cambio tecnológico… (bueno, no nos pongamos nostálgicos!)

Lástima que el país no lo hayan transformado de la misma manera (siguen vendiendo armas a to quisqui, siguen sin sanidad universal, son los amos del despilfarro y las contradicciones…). Pero hay que reconocer que son y serán los amos del mundo sobre todo porque invierten en ciencia, innovación… Aquí hay más inventores que en el resto del planeta. Os pongo un ejemplo, aunque no sea muy tecnológico: En ningún hotel hemos encontrado escobillas para limpiar el váter. Este sistema necesario pero engorroso y cercano a nuestros sanitarios menos dignos es muy sencillo: el váter tiene un nivel hidráulico alto que permite que todas las substancias en él acumuladas estén hidratadas, permitiendo que una pequeña cantidad de H2O evacue todo el contenido sin dejar ningún rastro. No sólo ahorra agua y la ignominiosa operación de la escobilla sino que también evita olores indeseables. Vamos, una sencilla maravilla.

Nos tenemos que ir a dormir, empieza a ser tarde (1,30h de la madrugá) volvemos en metro pero no acabamos de saber cuáles paran en todas las estaciones lo que hace que un trayecto de 10 minutos se convierta en una hora pero nos sirve para escuchar un músico fantástico en la parada de la calle 13. Un buen broche para este aperitivo neoyorquino.

Aprender cómo funciona el metro neoyorquino no es tarea fácil, son líneas muy largas con tramos comunes, con trenes que no paran en todas las estaciones y que en su nomenclatura utilizan colores, letras, números, finales y direcciones. Para nosotros ha sido muy complicado orientarse, aunque creo que al final de nuestra estancia lo hemos conseguido bastante.

Nos sorprende que la temperatura exterior no es demasiado alta pero dentro del metro el calor impera aunque sólo en los andenes. Cuando entras al tren notas el frío gélido del aire acondicionado. Además es un metro con techos bajos, ruidoso (¿no podrían cambiarles las zapatas del freno?)… lo que provoca que el tránsito por estos subterráneos sea un tanto claustrofóbico pero eso sí, también cinematográfico.

Miércoles 24. Nos levantamos pronto para visitar el Empire State Building,

poco antes de las 11h estamos ya en la larga cola pero nos lo tomamos con paciencia.

Hay mucho personal y son atentos. Antes de acceder a los ascensores que te llevan arriba tienes que pasar por taquillas, salas, pasillos… Decidimos comprar el City Pass que permite la entrada también al Top of de Rock, Natural History, Metropolitan, 11 de septiembre y el barco para la Estatua de la Libertad. Planta 80, a través de vidrios se pueden ver unas vistas impresionantes, fantásticas. Esta hacia el Sur.

Vistas al Este.

El icónico edificio Flatiron.

Vistas al Nordeste.

después a la planta 86 donde te puedes recordar de algunas películas como por ejemplo, la última e intensa escena de Tom Hanks y Meg Ryan de "Cuando Sally encontró a Harry" o la mítica "King Kong". Sensacional!

Vistas al Norte donde se deja ver el Central Park i el "432 Park Avenue", que fue el rascacielos residencial más alto del mundo en el año 2015.

Con los primeros grandes deberes neoyorquinos hechos y toda la mañana pasada volvemos a coger el metro para ir a Little Italy, En algunas de sus calles se rodó una de las secuencias más bestias (que ja es decir) de la mejor secuela fílmica de todos los tiempos, El Padrino 2.

Tenemos ganas de pegar el culo en asientos durante un rato largo, así que comemos en uno de los muchos restaurantes que monopolizan este pequeño barrio.

Seguimos hacia Chinatown, de hecho está entrelazado con el barrio italiano. Auténtico, aunque más pequeño que el de San Francisco te sientes teletransportado al país asiático. Como muestra os dejamos unas fotos de un mercadillo con frutas super raras y de grupos de chinos jugando a diferentes juegos de mesa en una plaza donde se escuchaba esa música monocorde típica china, relajante pero sólo medio minuto.

Descansillo delante de un par de edificios del poder judicial, cogemos el Subway y llegamos al Battery Park desde donde salen los barcos a la estatua de la Libertad.

Paseo superagradable que te da otra dimensión de Manhattan. A nuestro parecer muy recomendable.

Vamos a la "Zona 0" con el corazón en un puño. Es imposible que no te vengan imágenes trágicas de aquel día. Como testimonios de las dos torres han dejado dos grandes cuadrados profundos donde antes estaban las bases de los edificios de cuyos lados caen permanentes y finas cascadas que le dan serenidad a nuestros oídos. Alguna rosa en los nombres que hoy hubiesen celebrado su aniversario. Mar y Noa hacen preguntas… De hecho, seguirán haciendo preguntas durante algunos días más y nosotros intentando responder lo inexplicable.

Ojalá nunca vuelva a pasar nada parecido pero también ojalá se paren las guerras con armamento occidental del próximo oriente, en África…. Como dijo John Lennon (que por cierto murió cerca del Central Park): Imagine all the people living live in peace.

Cerca de la "zona 0" nos sorprende una estructura a lo "ciudad de las artes valenciana", resulta ser el centro comercial "Oculus" de un blanco radiante que proporciona una cierta espiritualidad. Cuando salimos ya pasó el ocaso, empieza a oscurecer.

No queremos desaprovechar el tiempo y hacemos una visita rápida al Distrito financiero (Wall Street). Una incursión en un market aunque sería más apropiado llamarle colmado porque está atiborrado de productos. Productos de muy buena calidad y variedad y con gran cantidad de componentes orgánicos.

En la segunda mañana empezamos visitando la Gran Estación Terminal, un edificio que ha acogido muchas y diferentes películas como por ejemplo Madagascar. Foto rápida y a otra cosa, mariposa.

En New York City constantemente suenan sirenas, ambulancias, bomberos, policías (evidentes o camuflados)… Es una ciudad que siempre está alerta.

Nos dirigimos a la tienda de juguetes FAO Schwarz donde se rodó la escena de "Big" en que Tom Hanks toca el piano en el suelo pero… Oh! está cerrada, un poli cercano nos confirma que cerraron este año. Mar se queda destrozá.

Cambio de planes, visitamos Central Park y decidimos que para mejorar (ya de por sí, de nivel alto) nuestro estado anímico iremos, si se puede, a un musical a Broadway. Ahí es ná!

Así que volvemos a Times Square en metro.

Las chicas comen hot dogs, visitan las tiendas de M&M y la de Disney mientras yo hago cola (os confieso que las visitas comerciales no son mis prioridades). Dos horas más tarde: conseguido! 4 entradas a mitad de precio en la tienda "tkts" de la calle 48 para ver el musical "Matilda", justo debajo del púlpito que permite mejorar el punto de vista sobre Times Square.

Nos quedan 3 horas para que empiece el musical (que contentos estamos!!!), por lo que decidimos aprovechar el tiempo y hacer una visita al High Line, un curioso paseo peatonal que substituyó una vía de trenes de mercancías obsoleta. Una de esas nuevas señas e innovaciones que está ciudad proporciona de vez en cuando.

Está ciudad no sabe perder el tiempo, no duerme, no para, sufre de insomnio.

Un helado en un coche típico.

Cola rápida para entrar al "Schubert", un teatro relativamente pequeño pero acogedor. Qué nervios. Empieza el musical, tachán!!! Pero… por 3 veces, después de iniciados los primeros compases, la voz en off nos dice que hay problemas técnicos. Increíble, no nos pasaba esto desde hacía mucho tiempo pero aquí parece todavía más inverosímil. Finalmente empieza aunque tienen que adaptar/eliminar la escena inicial.

El espectáculo resulta precioso, calidad de voces, precocidad de los artistas (la Matilda parece que tiene 6 años y recita y canta y se mueve excepcionalmente pero todos los demás también, la música, los efectos, los cambios de escenarios… todo nos deja impresionados. Nuestro inglés, como ya sabéis, apreciados lectores, no es de gran calidad, hace que algunos diálogos nos pasen desapercibidos pero entendemos gran parte del contenido y además, como conocíamos ya la obra, nos resulta fácil seguir perfectamente su historia.

Volvemos al hotel, después de 20.000 pasos y un gran día. Llegamos derrengados. Una cena con algún tentempié preparado y a dormir que se nos ha hecho tarde.

Sólo nos quedan dos noches, snif!

A estas alturas del viaje, estamos agotaos, nos cuesta un poco más movernos que al principio del trayecto, nos entran más fácilmente los cansancios o alguna irritación ocasional pero por suerte esta ciudad te mantiene despierto, activo, así que vamos para allá:

Tercera mañana, decidimos ver museos, el Natural History y el Metropolitan. No nos decepcionan en absoluto.

El Natural tiene grandes y muchos contenidos y son superdidácticos. Como gran aliciente actual tiene el poder reconocer las salas donde se rodó "Noche en el museo " con Ben Styler y sus continuaciones.

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Este museo tiene una sala IMAX dentro y sabéis que peli ponen hoy? Parques Naturales de EEUU. Un repaso por los parques más importantes, la mayoría de los cuales hemos visitado, imágenes en 3D que complementan nuestras vivencias. El hilo conductor son 3 personas que escalan pero también hacen otras actividades en estos parques. Excelente, supremo. Broche de oro!

Cruzamos el Central Park y vamos a comer al Metropolitan. En esos momentos en su entrada, un espectáculo callejero de acrobacias recibe la atención de un gran público popular.

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El Metropolitan es el tercer museo más grande del mundo por lo que te asegura una sesión de fitness gratuita y dolor de pies pero también te posibilita observar (y tocar en algunos pocos casos!) una interminable cantidad de elementos históricos de todas las culturas y épocas del mundo (de los americanos poca cosa como podéis imaginar ya que son unos pipiolos en esta materia). Destacan por su, en parte, absurdidad, algunos grandes recintos transportados a este museo, como un patio andaluz de siglos atrás, parte de un panteón egipcio...

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Decidimos (innecesariamente) bajar 32 calles hasta Top of the Rock, por el camino, nada digno de resaltar excepto la congregación de pokemistas cerca de la calle 58.

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Llegamos al observatorio del Rockefeller Center, icono antiguo de las grandes riquezas y último gran objetivo del día. Subimos a los pisos 67 y 68. Como es de noche nos da una visión complementaria del perfil neoyorquino.

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A dormir que es tarde.
Última mañana, no da tiempo para mucho, visita al Brooklin Bridge, una arteria peatonal y de bicis. Increíble como conviven miles de personas y bicis en este pequeño paseo.

Vuelta con un taxista indio (o paquistaní, o…) indignado con los hoteles pequeños porque amañan precios con taxistas no legales ("they put money under the table").

Maletas y al aeropuerto. Poca historia más. Tránsito por Montreal y Llegamos a Barna.

Os hemos de confesar que hemos echado de menos el jamón, el fuet, la paella, el cocido, los pimientos del padrón, los chocos, las lentejas… y eso que hemos visitado dos de las ciudades que tienen mejores y variados restaurantes.

Bueno… y también a todos vosotros!!!

Pero... no os vayáis, aún hay más...

TOMAS FALSAS

Vamos a hacer este apartado tan característico de muchas series y films americanos… vamos allá… más que tomas falsas serán momentos curiosos…

El día que visitamos Bear World, Mar disfrutó mucho ya que además de lo que explicamos había una montaña rusa (enana) para niños pequeños, no sabía si explicarlo pues el prestigio de Cris podría quedar un poco diezmado, pero os lo explico, dieron una vuelta en una especie de montaña rusa con vehículos que giraban de forma suave, los raíles más altos no pasaban de 3 metros y la amplitud de la atracción no superaba los 15. Pues bien, Cris salió mareada! Tuve que revelarle en las tareas parentales ya que Mar quería volver a subir…

En un "point view" para ver una de esas montañas tan curiosas y rojas que os hemos ido detallando, salí del coche, hice unas fotos, impresionante, qué bello, no podía apartar la vista del paisaje, quedas como traspuesto… cuando volví al coche, abrí la puerta pero no era mi coche!!!, la sangre me subió más arriba de la garganta y de mi boca sólo salía "sorry" a un pareja que estaba cerca haciéndose una foto y que en primer término no se dieron cuenta y en segundo se tronchaban y mondaban, por suerte!

En este viaje hemos descubierto nuevas especies. Si, increíble, verdad? Hemos encontrado la Vaca-Oso, el Coyote-Oveja, el Koala-Perezoso (esta especie pertenece a episodios anteriores pero es recurrente)... Cuando sales de viaje, intentas captar todo lo que ves, lees los carteles que van pasando, te fijas en detalles que normalmente pasan desapercibidos e intentas ver e identificar el máximo número de seres no humanos (por lo menos en mi caso), pues bien, en dos ocasiones, por lo menos, se han dado situaciones curiosas que nos han servido para seguir riéndonos en otros momentos posteriores, el más destacado fue el día que llegábamos a Yellowstone. Teníamos unas ganas locas de ver osos en su hábitat natural. Cris que iba conduciendo dijo ver uno, inmediatamente yo también grité: un oso, un oso! Noa todavía se está riendo. Era una vaca muy negra (como son habituales por aquí) grande que vista de enfrente y con su andar desgarbado podría parecer (poniéndole mucha imaginación) ese animal que tanto se asocia al parque de Yellowstone. Os podéis imaginar los comentarios: vaya biólogo que estás hecho! pero como puedes confundir una vaca de un oso! O lindezas parecidas.

Estábamos por San Francisco, cerca del muelle, ya os hemos comentado que en esta costa hay leones marinos, y dada nuestra ignorancia sobre el paradero "exacto" de estos animales que comen pescado, juegan a la pelota u otras cosas más dignas, Cris, ni corta ni perezosa (ya la conocéis) interpeló con una nativa del lugar. Pues bien, y aquí viene el gran momento, escenificó el sonido y las palmadas que suelen dar estos animales ejemplares. Los otros tres miembros de la expedición no dábamos crédito a lo que veíamos. No sólo la mujer atendió seriamente la pregunta si no que la respondió! Desafortunadamente ésta estoica californiana desconocía donde frecuentaban sus actividades los leones marinos (comúnmente focas aunque sean diferentes).

Por último, os queremos hablar del quinto pasajero del coche: el tomtom o GPS, voz latina que nos hacía reír cada vez que decía: "isquierda",  "jaiwei" para la autopista, o "sigue turruta". Ha sido muy fiel en todo el recorrido del Oeste excepto cuando entramos en los edificios altos de San Francisco, supongo que no llegaba bien la señal satelital. En su conjunto todo el vehículo nos ha dado unas prestaciones excelentes, por confort, por fiabilidad…

Créditos

- Experta en Swift Color, "Ay! Pero que palo!", correctora lingüística, lectora empedernida…............................................................... Noa Calabuig

- Piruetista, "siempre lo tengo que hacer yo!", cosquilladora oficial, siempre voluntariosa y la alegría de la huerta…………………............................... Mar Calabuig

- Logística (excelente su organización de las maletas), cocinera, recordadora de las cosas que nos dejamos, fotógrafa, conductora principal……........ Cris Rodríguez

- Roncador oficial, limpiavajillas, conductor secundario, director de ruta, el peor contador de chistes malos …...................................................…... David Calabuig, "Deivid"

Hacía tiempo que no íbamos sólo los cuatro de viaje creo que ha sido una buenísima experiencia y que nos ha servido para consolidar la familia, atender a las "pequeñas" que el día a día nos impide y para aumentar el bagaje de momentos (en este caso muchos y para el recuerdo) extraordinarios que nos hacen crecer y ver el mundo con una perspectiva más alta pero no más soberbia, más completa pero nunca terminada (nunca se acaba de ver y experimentar). Los que hayáis llegado hasta este punto o hayáis leído y visto nuestro blog, miles de gracias!!!, empezó sólo para informar a los amigos y la familia de este largo y fantástico viaje pero ha crecido ya que para mi familia y a mí han sido unos ratos buenos de comunicación y una manera de teneros muy cerca.

No os preocupéis, no sé cuándo pero volveremos a la carga.
Como decía el superratón: ¡No olviden vitaminarse y mineralizarse!

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2 Comentarios de “New York (y tomas falsas y créditos)”

  1. 👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏Ha estat un plaer seguir el vostre viatge, des de la distància, a través d'aquest blog.
    M'ha portat molts records i m'ha despertat el cuquet de tornar-hi.
    Me n'alegro que hagueu reomplert les motxilles d'experiències...l'objectiu de la vida!
    Una abraçada! I la propera ja us la dono en "viu i en directe"!

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