Viernes 9 de agosto, 5h de la mañana: ya estamos sentados en el camión. Hoy nos toca paliza de coche que incluye pasar a Tanzania. Es muy de noche por lo que impera el silencio. El paisaje no tiene grandes alicientes y nosotros bastante sueño así que poco que contar hasta el traspaso por la frontera a Tanzania
Lentamente va clareando.
Los días anteriores ha habido graves disturbios por todo el país y algún otro grupo de Kananga ha tenido alteraciones en su itinerario, lo cual añade incertidumbre e inquietud, si además añadimos que pasar la frontera siempre es un mal trago a causa de los diferentes trámites lentos y perentorios (autorizaciones a toda la tripulación, permiso del vehículo, que todos llevemos el carnet de la vacunación de la fiebre amarilla y los 50€…) tenemos como resultado una cierta tensión, sobre todo el responsable Gerardo.
Llegamos a la frontera con Tanzania. Por suerte, no hay cola y todo va muy ágil, sólo tardamos 1:45h en pasarla. Nos ha ayudado un contacto del guía que además hace de banco ambulante, nos “traduce” los Shillings kenianos por Tanzania. En Kenia un dólar equivalía a 130 Shillings, aquí 2.850. El coste de la vida es más económico en Tanzania.
Se acabó el asfalto a las 12:48.
Cruzamos un río lleno de papiro y jacinto de agua.
La tierra tiene un tono más rojo que la precedente y los caminos exhalan arena que nos va invadiendo. No circulan muchos vehículos por los caminos, prácticamente ningún coche particular, solo algún todoterreno turístico.
Vamos pasando por diferentes poblados. En todos siempre hay una actividad comercial ambulante.
La población autóctona es de la etnia Ikoma, hablan su propio idioma además del Suajili.
Una choza-árbol.
La escuela al aire libre en plena actividad hasta que nos ven y saludan.
Antes de llegar a la puerta del Serengeti, pasamos por una parte del parque y ya empezamos con el festival animal.
Pajaritos.
Una jirafa.
2 ejemplares de Kongoni o Alzenazo bulcenazo, un bovino que tiene escasa memoria, algo así como la “Dori” terrestre.
Impala macho. Las hembras también tienen cuernos pero más reducidos.
Hiena moteada.
Vemos como las nubes a nuestras espaldas y nuestro costado van haciéndose más densas y oscuras que van precipitando y causando un pequeño Arco Iris.
Llegamos pasadas las 15h a la entrada del Parque Nacional Serengeti. En sus casi 15.000 km2, se produce la mayor migración de herbívoros del mundo aunque en estos momentos, la gran concentración está en Masái Mara. Además, en sus llanuras nos podremos encontrar a los cinco grandes y multitud de otras especies.
Muchos pajaritos van a la caza de nuestros restos alimenticios. Como por ejemplo, el Barbudo de Arnaiz.
Este otro por identificar todavía.
Nos dirigiremos al corazón del parque, donde nos esperará nuestro Special Tented Camp, campamento que para estar en medio de la “nada” tiene muchas comodidades.
Tiene carácter de campamento ecológico. No se suministran botellas de agua pequeñas, en su lugar dispone de botellas recargables de 20 litros con agua mineral. Se utiliza fuente de energía solar. Luces LED. La mayoría de los alimentos se compran en el supermercado local certificado por el proveedor. Las frutas y verduras en una zona en la ciudad de Talek al lado de Masai, donde se cultiva naturalmente. Se seleccionan los residuos. Los desechos que son biodegradables, como restos de comida o cáscaras, se separan para pudrirse en el suelo. Los no biodegradables, son recolectados y llevados al vertedero principal de la ciudad. Allí tienen un programa especial para reciclar. Con las botellas de vidrio, se han reutilizado convirtiéndolas en vasos para beber agua, que ahora usamos en el campamento. Los cubiertos van desde acero inoxidable hasta vidrio, arcilla y madera.
Serengeti significa la llanura sin fin, y como su nombre indica, es el parque nacional más grande y más antiguo de Tanzania que se extiende al Norte, hasta la Reserva Masai Mara y al Oeste, limita con el Lago Victoria. Es uno de los mejores parques del continente africano por su extensión y por la gran cantidad de animales que en él habitan.
Además de las acacias en este parque hay un árbol distintivo y obicuo, el datilero del desierto que produce unos dátiles muy preciados por la fauna autóctona.
Una duchita con vistas a la sabana.
Un momento icónico alrededor del fuego.
Una cenita.
Nos disponemos a dormir escuchando las hienas y algún león lejano.
Sábado 10 de agosto. Dia Mundial del Leon, ¿será un buen presagio?
Una de las huellas de hiena que anoche nos rodearon.
Amanecer sensacional.
Empezamos un nuevo safari.
Un Damán. Pequeño animal “emparentado” con los elefantes. La foto es mala. Espero conseguir alguna mejor.
Agama de roca, popularmente conocido como Superman.
Gacela de Grant.
Buitres
Cualquier paisaje da para contemplar.
Alcaudones.
En la planicie se ven restos óseos, la primera foto es de Búfalo. Pocos animales comen los huesos.
Aquí no hay quebrantahuesos pero si que comen huesos las hienas, Por eso sus excrementos son níveos.
Sisón
Percance del día. Las lluvias de ayer han encharcado el camino por donde transitamos y nuestro camión se ha encallado. Después de una hora de intentonas y gracias a la ayuda de un Jeep que transporta una familia belga, podemos salir.
Terrero
Las siempre elegantes y omnipresentes Gacelas de Thompson.
African Green Pigeon, un ejemplar raro de ver.
Un escalado elefantil.
Que bonito es el barbudo de Arnaiz. Si, ja sé que es la tercera vez que lo recojo en esta crónica. No me canso.
Alcaudón pío.
Pajarito por identificar.
Otro.
Un simple árbol escuálido es una bella estampa.
Jirafa comiendo.
Avestruz macho.
Vemos una concentración alta de vehículos.
Pero los leones ya se van.
Pero un poco más tarde cuando estamos solos vemos a otra con una gacela en la boca que acaba de cazar.
Rapaz Eagle
Leona en medio del camino
Leon en su explendor
Libro de la Selva total sobre los Kopjes (montículos pedregosos)
Otro rey con unas crías.
Parada a mear y comer.
Una siestecita.
Guepardo al pie de un árbol.
Chacal comiendo tortuga leopardo
Jirafa al atardecer.
Cuando ya estamos llegando al campamento tenemos que pasar por una vaguada. A un lado…
Al otro…
Y al centro, un vehículo encallado con una rueda sumergida en el lado de los hipopótamos que están en plena agitación y a punto de salir del agua para ir a pastar, tenemos la oportunidad de revertir el favor que nos han hecho esta mañana y, por suerte, la operación resulta con éxito al primer intento. Ha habido mucha suerte porque de lo contrario no podríamos haber pasado ni llegado al campamento.
Justo cuando empezó a hacer maniobras, la Leire estaba haciendo aguas menores detrás del camión, por lo que se produjo un momento de estrés y cierto riesgo pero jocoso pensando que la dejábamos en la estacada. Lo solventó subiendo en marcha.
Otro atardecer sublime.
Faltan 15 minutos para llegar al campamento y empieza a llover torrencialmente.
Para contrarrestar el momento delicado empezamos a poner “La Potra salvaje” y alguna canción más mientras ponemos a prueba la suspensión del camión con nuestros agitados movimientos. Parece Pachá pero más pequeño. Como sigue lloviendo cuando llegamos al Lodge, decidimos seguir la fiesta y acompañarla de Amarula, un licor local. El diluvio se ha cobrado algunas víctimas materiales, algunos lavabos inundados, colchones y ropa mojada. Un caos importante. Los trabajadores intentan solventar todos los desperfectos.
Maulid y sus ayudantes nos preparan una cena tanzana buenísima llamada chakulachakiafrika, compuesta de: Ugari, insípido maíz blanco, espinacas (chicha), pollo (Kukuchoma), cordero (lindo choma), alubias (majarake) alubias, plátano verde frito en salsa (matoke banana) pan (chapati).
Y para acabar la cena y este día fantástico, los trabajadores del campamento y los chicos que nos han acompañado en el viaje, nos ofrecen un canción africana clásica auténtica mientras bailan rodeando la mesa y proporcionándonos un momento maravilloso. Os dejo la letra y una instantánea con Maulid en el centro.
Jambo, jambo Bwana
Habari gani
Mzuri sana
Wageni, mwakaribishwa
Kilimanjaro, hakuna matata
Tembea pole pole , hakuna matata
Utafika salama, hakuna matata
Kunywa maji mengi, hakuna matata
Domingo 11 de agosto. Nos levantamos antes de la salida del Sol. Desayuno y marcha del campamento. Nos despedimos del personal. Han sido entrañables como todas las personas que nos estamos encontrando. Al minuto de salir tenemos que volver por una mochila olvidada.
La tierra sigue húmeda por las lluvias de anoche. Lo cual favorecerá la disminución del polvo que levantan los vehículos y un ambiente reconfortable.
Por el camino vemos gran actividad animal: chacales, gacelas, gallinas de guinea, topis, etc.
Vemos al pequeño y rápido bovino Dic Dic, nombre onomatopéyico. Animal que su policromatismo favorece su integración en el paisaje.
La siempre imponente Jirafa.
Las acacias se comunican entre ellas, cuando las jirafas comen sus hojas, sueltan un tóxico y “avisan” a las acacias vecinas. Por eso las jirafas van pasando de acacia en acacia.
En el lomo de la jirafa hay un picabueyes de pico rojo.
Un montón de hipopótamos con más picabueyes.
Dos icónicas estampas más del animal terrestre más grande y del más alto.
Festival de babuinos. Quitándose pulgas.
Llevando una cría, los machos en la pancha y las hembras en el lomo.
Un pequeño aprendiendo a caminar por las ramas.
Leona solitaria.
Cercopiteco verde o Verbet comiendo dátiles.
Momentazo del día. Vemos a 3 guepardos cruzando el camino, la madre acompañada de dos jóvenes, la madre sale espitosa en un segundo, se escucha el grito de una presa. Ha cazado y se disponen a alimentarse. Brutal!
Y seguimos con el festival de felinos, un Serval paseando y cazando.
Justo en el momento antes de cazar un pájaro.
Paramos a comer en un montículo concurrido de personas, pajaritos y roedores.
Aquí parte de la alegre cola para recoger la comida.
Estorninos coloridos.
Tejedores y sus nidos.
El roedor.
Un Tordo.
Kijrlia o árbol salchicha llamado así por sus grandes frutos alargados. Es polinizado por murciélagos y sus frutos grandes y alargados son comidos por elefantes.
Zorro de lomo dorado.
Secretarios.
Un pequeño tornado que levante la arena en una zona quemada.
En esta zona del Serengeti se levanta mas polvo que en otras zonas, estamos acabando rebozados.
La planicie eterna.
A los lados del camino, la planta llamada Estramonio que tiene un poder alucinógeno potente.
Los elefantes tumbas árboles para alimentarse.
Durante este tramo nos acompaña una manada “eterna de Gacelas de Thomson.
La Avutarda, el ave voladora más grande del planeta.
Vemos otro Serval justo en la cuneta del camino al que no me da tiempo de inmortalizar.
Una familia de leones a la sombra.
Más avutardas.
Sand Groose o ganga.
Llegando al alojamiento del día vemos Gallinas de Guinea, Dic Dic, Flamencos en el lago cercano
Y para acabar el día, un fantástico alojamiento.
Que gran experiencia visitar Serengeti. Nos quedamos sin calificativos.
Mañana más…