Cuando planificamos el viaje compramos repelente de mosquitos. No hemos gastado mucho. En Singapur nada, Bangkok un poco y en Bali más pero creo que utilizo con más frecuencia en Cornellà.
Respecto a algunas condiciones ambientales os paso algunas valoraciones:
Un aspecto que me ha sorprendido negativamente en Singapur (pero poco ya que es una ciudad muy civilizada) son la condiciones de movilidad para los peatones, encuentro a faltar pasos de peatones u otras facilidades en algunas zonas.
No he percibido la presencia de muchas instalaciones para el reciclaje de residuos y, las que he encontrado son parciales (no para todas las fracciones). Equivalente valoración para energías renovables, no he visto ni muchas placas solares ni energía eólica.
Tampoco hay un uso amplio de la bici, el coche sigue siendo el rey, pero si que te puedes tropezar frecuentemente con bicis diseminadas por toda la ciudad gracias el sistema de bici pública que, a diferencia del bicing, no tiene estaciones.
Hoy visitaremos the Southern Ridges, Una serie de zonas verdes enlazadas entre zonas urbanas.
Comenzamos en el Monte Faber, un retazo de selva desde donde sale el teleférico a Sentosa. Impresionante.
Hace una calor asfixiante, altas temperaturas con altas humedades, como en la selva. Casi parece una competición de camisetas mojadas...
Si reseguís la linea latitudinal del Ecuador veréis que en su proximidad se reunen todas las selvas del planeta, como por ejemplo la zona que estamos visitando.
Como ya os avanzamos, queridos lectores, hoy es el día de la independencia, fiesta de exaltación nacional en la que los singapurenses salen a la calle, practicando paseos, picniqueando en cualquier remanso con sombra o con sus paraguas (si, se utilizan muy frecuentemente para protección solar). Un gran porcentaje van ataviados con elementos rojos, color de sus símbolos patrióticos. Lo más habitual es en formato camisa tipo "I love SG" pero también en versión pañuelo, banderita... com, por ejemplo, podéis ver en el puente que une el recorrido con el siguiente parque. Os dejo foto también del edificio singular que se ve desde esta construcción.
Seguimos viendo imágenes de contrastes, el mar de bloques y el verde tupido.
Vemos un grupo de hare krishna hinduistas cantando alegre, simpática y un poco desmadradamente. Van repitiendo machaconamente su mantra que en sánscrito se escribe así: hare-kṛṣṇa-hare-kṛṣṇa, kṛṣṇa-kṛṣṇa-hare-hare, hare-rāma-hare-rāma, rāma-rāma-hare-hare.
Siguiente parque, Telok Blangah, otro trozo de selva poblada por monos pero en esta ocasión no se dejan ver, con árboles de gran altura (pueden llegar a 70m ) y lo que le hace singular: unas largas y complejas estructuras metálicas que hacen función de pasarelas y que te permiten estar a la altura de las copas arbóreas. En las entradas hay avisos que pueden caer ramas por lo que no recomiendan recorrerlo cuando llueva i/o haga viento.
Siguiente zona verde: Hort Park, una área muy interactiva con diferentes funciones (infantil, terapéutica, huertos, aromáticas, jardín de mariposas, huertos urbanos...) todo ello con mucho criterio, muy complejo pero agradable. Una delicia!
Hemos andado cerca de 8 km por un paseo muy muy recomendable, por lo que descansamos a la sazón que comemos en el restaurante que hay en el visitor's center, muy tranquilo y buena comida. Una curiosidad es la cucharilla con azúcar incorporada con la que sirven el café.
Vemos mariposas en el espacio dedicado a ellas con alguna posando para la ocasión.
Un súper jardín vertical...
Nos homenajeamos con el masaje que el terremoto nos impidió. En este caso haremos reflexología (especialidad china muy ofertada por estos paises) y masaje corporal muy cerca del hotel. Excelente calidad y precio bueno pero no tan barato como Bali o Bangkok.
Vamos, ingenuamente, al Marina Sands Bay con la intención de ver desde arriba los fuegos commemorativos pero su capacidad está sobrepasada. Nos quedamos delante del centro comercial, enfrente del mar. Nos decepcionan los fuegos tanto por su escasa cantidad como por su intermitencia. Parece ser que era el complemento del espectáculo que se estaba llevando a cabo en un gran y restringido escenario instalado en la bahía. Nos llama mucho la atención, los intensosy frecuentes "ooohh" que prosiguen a cada traca.
Todos los que estábamos concentrados delante del centro comercial nos vamos un poco decepcionados pero lo peor es la mala organización para la evacuación multitudinaria que se da una vez acabado el pirofestival, valoramos que ni la buena disciplina oriental lo justifica. Todo está supercolapsado: centro comercial, calles, puentes y transporte público, problema agrabado por que donde estamos és una isla pequeña.
Decidimos tomar algo en un bareto del muelle mientras la muchedumbre se va disolviendo. Aún y así, posteriormente, tenemos que caminar un rato para encontrar un taxi disponible. El taxista nos cobra 8€ para dejarnos en la puerta del hotel.
Se nos está acabando el pastel...
See you tomorrow
ZZZZZ