Bon dia! Os obsequio para empezar (la crónica de) el dia con una flor de hojas lilas espiralizadas...
Nos levantamos un poco antes ya que tendremos que invertir bastantes horas en todo el trayecto.
Todo el paisaje que nos rodea invita a la contemplación.
En seguida enlazamos con la A2 y algunas decenas de km de carretera de buen firme hasta Kranjska Gora donde empieza la via que atraviesa el único Parque Nacional Esloveno.
La calzada va ascendiendo rápidamente hacia el paso de Vrsic a poco más de 1600m de altitud. Es una zona muy ligada a la historia de la primera guerra mundial ya que esta comunicación se hizo gracias a los trabajos forzosos de los prisioneros rusos. Tiene 50 curvas numeradas (25 a cada lado del puerto) y con las primeras, todavía, adoquinadas
Hay bastantes sufridos y, generalmente, esbeltos ciclistas subiendo (y bajando) sus largas pendientes pero nos cautiva más el hecho que los conductores les procesan un merecido y gran respeto. En general apreciamos que en este país se conduce sin, apenas, agresividad.
Las montañas son inmensas moles que se superponen, la vegetación es espesa y el día es ideal. Estamos disfrutando mucho del paisaje. Es sencillamente maravilloso.
Al principio del recorrido, una pequeña capilla rusa de madera que homenajea a los soldados rusos.
En una de las curvas constatamos la costumbre de realizar montículos de piedras que nos resulta particular. Alguna más se añade...
Llegamos al paso de Vrsic donde encontramos ovejitas y al hombre que las susurraba (y dormía), más joven y apuesto que Robert Redford.
Las vistas de los dos valles es brutalmente preciosa. Decidimos andar un poco, ascender por una colina adyacente aunque hubiese sido mejor seguir el camino mas transitado...
Un refrigerio con cacahuetes en el bar del puerto y continuamos ruta.
Descendemos hasta llegar al río Soca donde nos sorprende su cristalinidad, su transparencia total con hermosos, nítidos y claros tonos verde y azules.
Unas nacaradas (Argynnis paphia) al lado del curso del río...
Visitamos el nacimiento del río adentrándonos en el bosque que lo rodea...
Llegamos a la cascada...
Seguimos por una corta pero empinada ascensión que nos recuerda a las vías ferratas...
Para encontrarnos en la poza profunda pero supertransparente origen de este fantástico río...
En este trayecto nos acompañan unas pegajosas mariposas, el arrán marrón (Erebia aethiops) que se nos va posando encima...
Y algunas vanessas de los cardos (Vanessa cardui)...
Comemos a la salida de este maravilloso rincón que nos ha dejado extasiados.
Nos sorprende ver, en muchos lugares públicos, platos para que beban los perros.
Seguimos la ruta descendiendo a la par que el río.
Siguiente parada, jardin botánico con especies herbáceas (mayoritariamente) y algunos arbustos y árboles. Nada espectacular pero interesante.
Os dejo un par de bonitos insectos que vemos allí.
Siguiente parada en unas formidables pozas del río soca, un encadenamiento de remansos y rápidos de una gran vistosidad.
Por los senderos que acompañan a este acuífero, pisamos tierra blandita de color marrón oscuro compuesta por gran cantidad de humus que se ha ido acumulando en el terreno durante muchísimos años.
En todo el recorrido hemos ido viendo varios puntos de aprovechamientos silvícola, grandes troncos arbóreos cortados y apilados esperando su transporte.
Vemos una gran cascada en la distancia...
Llevamos a Kovarid donde tomamos un tentempié y seguimos ruta hasta "nuestro" apartamento.
Un poco de velada y a dormir, estamos cansados y mañana toca madrugar...
Na nit!